La última de las incursiones del espía más famoso del cine llegará este año bajo el título de Skyfall. Con un Daniel Craig más integrado al imaginario popular, y con Tom Ford vistiéndolo para la ocasión, se celebran los 50 años de la aparición de la primera película con James Bond y su garbo en la pantalla grande, que por supuesto llevó a Sean Connery a liderar cualquier preferencia para el personaje. De smoking, de chaqueta de tweed o con un martini clásico en la mano, este personaje se ha convertido en un referente masculino más allá de su rol en las películas.
La personalidad del espía y su capacidad de seducir a cualquier mujer, vinieron de la mano de lo que el propio Connery le imprimió a las primeras películas en las cuales participó. Entre champaña y Smirnoff, varias marcas han sido las elegidas para representar el estilo de vida del personaje; desde su tradicional Aston Martin hasta la ropa para esquiar Bogner, las marcas han estado presentes a lo largo de las películas del género. Este año, la famosa casa de remates Christie’s tiene programada una subasta para el 5 de octubre, con diversos trajes utilizados por actores que interpretaron a Bond; entre artefactos de utilería, libros y accesorios, están los trajes de Brioni que llevó Pierce Brosnan en “The World is not enough” (1999), el abrigo Armani de Rosamund Pike en “Die another day” (2002) o los lentes Tom Ford de “Quantum of Solace” (2008).
Tessa Prendergast, Ernie Farrer, Jocelyn Rickards, John Hilligan y muchos otros nombres han circulado a lo largo de las décadas en los créditos de vestuario para James Bond, pero ninguno sobresalió tanto como Anthony Sinclair dejando su marca. Fiel al estilo Saville Row y sastre de las películas donde Sean Connery las protagonizaba, Sinclair creó una silueta moderna en los años ’50 que llamó Conduit Cut, la que adoptó más tarde Connery. La misma silueta es hoy recreada hasta el cansancio por Tom Ford, el mismo que tiene la misión de vestir a Craig para darle una nueva vuelta de tuerca al estilo Bond.
