El joven talento que hoy te mostramos tiene veintiún años, es modelo, mexicano y diseñador de joyas para su marca homónima: Diego Dom. Aún estudiante de la carrera Diseño Industrial, Diego nos sorprende con sus dos colecciones creadas hasta la fecha para su propia marca de accesorios, dirigida a hombres y mujeres que buscan apoderarse de algún pequeño objeto preciado. Con un marcado gusto por lo oscuro y lo fantástico, Diego representa un balance perfecto entre el rescate de las técnicas más ancestrales de la orfebrería mexicana y el concepto detrás de una marca de diseño de autor.
¿Porqué decidiste estudiar Diseño Industrial?
Desde pequeño he tenido una fascinación especial por los objetos: su función, su material, su historia… siempre estaba recolectando cosas que encontraba y me llamaban la atención. También me encantaba crear mis propios juguetes, armaba y desarmaba lo que encontraba, inventaba mis propios libros, muñecos etc. Así que cuando descubrí que existía una carrera enfocada al diseño de objetos, servicios y sistemas, me pareció espectacular.
¿Cómo nació tu vocación por la moda?
Me gusta la capacidad de re invención, pero al mismo tiempo, la atemporalidad de la moda y precisamente su conexión directa con el mundo de los objetos y el papel que juega en nuestra sociedad. Creo que los nuevos avances tecnológicos están por darle a la moda un “twist” completamente interesante, convirtiéndola más allá de su función estética en una herramienta más integral y sobretodo sustentable y coherente con el tiempo que vivimos.
Sobre todo me gusta la joyería porque son estos micro-objetos, que se toman entre las manos, que se manipulan fácilmente, y que producen una extraña fascinación por ellos, los que nos obligan a acercarnos a una proximidad íntima. Se convierten en testigos, acompañantes y testimonio de quien los porta.
¿Hace cuánto tiempo creaste DOM, y cómo fue que partió todo el proceso creativo?
Hace casi 3 años ya. Surgió muy naturalmente, con unas piezas que diseñé para la escuela y que terminaron teniendo mucho éxito entre mis amigos, por lo que acabé regalándolas y después vendiéndolas. Encontré en el diseño de accesorios el mix perfecto entre diseño industrial y moda. No me veo a mi mismo diseñando ropa, me gustan los metales, los plásticos, la madera, fundir, cortar, ensamblar…
El concepto y línea creativa de la marca nació como una respuesta directa a las necesidades del mercado en el que comencé a trabajar, mezclado con mis propios gustos, personalidad y lo que creo que mis clientes quieren transmitir al mundo cuando eligen qué ponerse en la mañana.
¿Cómo defines tu marca y dónde se pude encontrar?
DIEGO DOM ofrece piezas originales desde su proceso de modelado, con colecciones fuertes y puntuales cada temporada. Las piezas son hechas en México con materiales de alta calidad, buscamos que el valor de nuestras piezas trascienda del metal o la piedra a la forma, el concepto, el mensaje que comunica y su manera de hacerlo. Los accesorios van dirigidos a jóvenes que quieren proyectar una imagen fuerte, divertida e innovadora en conceptos, función y formas.
Tenemos puntos de venta físicos en Mexico, en Francia y próximamente en España y Nueva York. Además se pueden conseguir las piezas de manera online en cualquier parte del mundo.
¿Qué público se ve atraído por tus creaciones?
Gente joven entre 15 y 30 años de edad, personas libres y creativas, interesadas en adquirir piezas originales y de diseño de autor. Nuestro target era mayormente hombres pero nuestra nueva colección tiene piezas también piezas exclusivamente para ellas.
¿Qué materiales ocupas y por qué?
En México se ha establecido la joyería como una tradición orfebre durante ya miles de años. Lo interesante de la joyería contemporánea es que toma de la joyería tradicional, la historia y las técnicas clásicas, pero agregándole ciertos valores como el diseño, el vínculo de la joya con el cuerpo, y sobre todo, el uso de materiales no convencionales. Para la última colección empleamos materiales más habituales como la plata y el oro y exploramos además con cuarzos encapsulados, resina de árbol, madre perla y escamas de pescado. Experimentamos también con Cuarcitas modificadas de alto crecimiento, que son como “cristales vivientes” que van cambiando su forma y color al paso de los meses, de acuerdo a la temperatura y a las condiciones en las que porta la pieza el usuario.
Tus colecciones denotan un estilo algo oscuro y gótico, ¿te sientes atraído por esta forma de vida?
Si, ciertamente me gusta mucho esta línea de diseño pero es más por el lado fantástico, los vampiros, las hadas, los elfos. Tomamos rasgos y características como el color negro y cierta inspiración en conceptos e historias que tienen que ver con la cultura gótica y el esoterismo pero con un enfoque más “kinky” y divertido. Nos gusta hacer algo “bonito oscuro” y “oscuro bonito”.
¿Cómo ves el diseño de autor en tu país?
La industria de la moda en México es un sistema en crecimiento, el cual no presenta las mismas facilidades que en los países protagonistas de la moda. Sin embargo, este mismo esquema lo convierte en un área con oportunidades de crecimiento bastante importantes. Creo que este modelo está sufriendo una gran transformación en México, una nueva generación de diseñadores, creativos y talentos ha venido a cambiar la percepción y la vieja creencia de lo que fue hasta ahora el cerrado círculo de la moda en nuestro país. Además, creo que poco a poco la gente se anima y se interesa por el diseño de autor, sobre todo los más jóvenes.
¿Si tuvieras que cambiar algo del mercado de la moda mexicana, qué sería?
Hace falta formalidad y responsabilidad sobre todo en las marcas y diseñadores jóvenes.
¿Cómo ha sido el desarrollo de tu marca, y cómo te proyectas a futuro?
La marca acaba de dar un salto importante, ya que recientemente quedamos oficialmente registrados como Compañía, cambiamos de taller e incrementamos nuestros estándares de calidad y contacto directo con el cliente con nuevos puntos de venta y servicios como diseño de piezas únicas bajo pedido. Paralelamente hemos tenido también mucho éxito diseñando anillos de compromiso, lo cual nos sorprendió bastante y actualmente estamos trabajando en algunas colaboraciones y proyectos con empresas importantes de México.
Queremos que la joyería moderna se mantenga como una gran tradición mexicana, que sea sustentable y coherente con el mercado actual, logrando así preservar la joyería como parte del patrimonio cultural de México.
Entre otros objetivos principales, pienso terminar la carrera de diseño industrial y estudiar un master en diseño de accesorios, probablemente en Milán y que la marca siga creciendo, dándose a conocer y reinventándose. Me apasiona mi trabajo y me gustaría seguir creando estos pequeños discursos portátiles, que buscan acercar nuestra visión del arte a la vida cotidiana.