Algunos materiales usados en la confección de nuestra indumentaria como la lana, el cuero y la angora tienen básicamente dos maneras de producción: ó son subproductos de la la industria alimentaria ó son obtenidos de animales que fueron criados con ese propósito. Naturalmente, ello genera preocupación por parte de muchos grupos respecto al trato que se les da a esos animales durante su crianza.
Cincuenta millones de animales mueren anualmente para que sus pieles puedan ser usadas en la industria de la moda, ello significa que diariamente más de 13 mil animales son sacrificados para cumplir con la demanda. En el mundo de la moda hay quienes defienden su uso, como la diseñadora Carolina Herrera y otros que son acérrimos detractores del uso de pieles en las pasarelas.
En el caso particular del cuero, no toda la producción mundial es un sub producto de la industria alimentaria. La piel de animales exóticos como avestruces y reptiles se obtiene principalmente a través de su crianza con el fin de sacrificarlos para convertirlos en cuero. Las organizaciones pro defensa animal acusan a estos criadores de poner a lo animales bajo condiciones deplorables, sin alimento ni agua por períodos prolongagos de tiempo. La forma en que esos animales son sacrificados también es otro punto controversial, sometiéndolos a métodos brutales que incluyen sofocamiento, electrocutación, gas y veneno. Uno de las prácticas que mejor grafica eso es la forma en que se sacrifica al karakul (una especie de ovino de piel muy preciada), animal que es extraído desde la matriz unos 15 o 30 días antes que se termine el período regular de gestación, dado que durante ese lapso su piel es más valiosa.
Si bien es cierto que no hay certificados de bien trato animal hoy por hoy, la industria está reaccionando con soluciones creativas. Por ejemplo, la RSCPA Good Business Awards premia anualmente a quienes presenten buenas prácticas en este sentido.
Las compañías deberían asegurarse de que las materias primas que adquiren hayan sido producidas libre de crueldad y que sean siempre subproductos de la industria alimentaria.