¿Es la moda un arte? Una pregunta que llega de manera recurrente, sobre todo cuando personas aparentemente cultas argumentan que esta materia es demasiado superficial y frívola para ser apreciada como tal. Si bien no es un tema fácil de abordar, creo que cuando estas personas van a museos y leen sobre pintores famosos deberían hacer la misma crítica sobre la naturaleza estética de las obras que ahí encuentran. Y es que la moda sí tiene una cuota de superficialidad (y no así de frívolo) que a mi parecer es lo que la fusiona con otras disciplinas creativas como lo son el arte y la arquitectura.
Sucede que tanto en el pasado como en la actualidad parte de los diseñadores han abordado el cuerpo humano como un nuevo lienzo orgánico tridimensional y han manipulado su estructura a través del vestuario. A partir de esta experimentación surgen formas nunca antes vistas que cuentan con dos peculiaridades que no vamos a ver en ninguna otra superficie: movimiento y vida.
Hoy en día estos talentosos creadores van siendo cada vez más reconocidos y valorados. Por consiguiente, poco a poco existen mas espacios destinados a la exposición de prendas de diseñador, en los que cada una se presenta a modo de escultura y reciben a miles de visitantes que les encuentran validez y sentido artístico a sus creaciones.
Sin ir más lejos, hace dos semanas en el Museo de París de Artes Decorativas se inauguro la muestra retrospectiva de Hussein Chalayan. Esta se titula “Narrativas de la moda” y cuenta tanto con prendas emblemáticas como filmes temáticos. La ecléctica compilación cuenta la historia del proceso creativo del diseñador que se inspira tanto en el cine como la poesía, la arquitectura, la tecnología y los automóviles.
Otro ejemplo de esta emergente tendencia y con una marca mas comercial, están las hermanas Mulleavy diseñadoras de Rodarte. Hace un par de meses Kate y Laura presentaron dentro de la feria Pitti Immagine Uomo en Florencia una exposición que contó con 10 construcciones en los que los vestidos flotaban en una bóveda alumbrada con luces de neón. Después de que acabe la muestra, las piezas formarán parte de la colección permanente del museo Los Ángeles Country Museum of Arts. ¿Curioso no?
No puedo terminar sin referirme al maestro del arte del vestuario Alexander McQueen. Para los que tengan la suerte de viajar a Nueva York antes del 31 de Julio, tienen el deber de visitar la exhibición de este gran autor en el Museo Metropolitano de Arte, “Alexander McQueen: Savage beauty”. Aquí encontrarán un sublime repertorio de piezas que taparía la boca a cualquiera que piense que la moda es pura superficialidad. Si esto no es arte… ¿Qué puede serlo?
Es remarcable que prestigiosos museos estén cada vez más interesados en incluir obras de indumentaria en sus salones y abran la mente de sus asistentes. Solo de esta manera podremos seguir disfrutando de genios que trascienden el negocio de la industria de la moda y van por la verdadera satisfacción de vestir el cuerpo humano con belleza.
Alguna vez Ives Saint Laurent dijo: “La moda no es un arte, pero para dedicarse a ella hay que ser un artista”.