Rosita Tocornal se destacó por su preciso y detallado trabajo de arpilleria el cual realiza con toda dedicación prenda por prenda. Los bordados le han dado un carácter a su trabajo, el que a esta altura se puede reconocer con facilidad ya que la técnica que desarrolla es bastante inusual en nuestro mercado.
“La primera inspiración de esta colección, son una serie de fotografías de mis cumpleaños de niña a fines de los 80s. Empecé a mirarlas, son esos momentos en que el tiempo se detiene y uno puede estar horas viendo fotos, mientras las revisaba fui seleccionando algunas de éstas, donde me llamaban la atención los colores, texturas y formas de las vestimentas y decoraciones. Luego empecé a dibujar algunas ideas para esta colección y buscar referentes, en eso llegué al arte povera, más específicamente a “La Venus de Trapo” de Pistoletto, y ahí se empezó a configurar con fuerza la colección”.
“Creo que por esto, esta colección apuesta a una especie de simpleza en las formas, por un lado, por la comodidad al vestir, pero también que pueda referir a esa libertad que uno tenía en los cumpleaños propios. Esta simpleza de la forma se verá contrastada, con los detalles y figuraciones de género, en la proyección de un universo mágico, que nos remonta a tiempos de antaño. No obstante, ese universo mágico no es idílico, sino está trastocado y en eso apuesto por una mirada que juegue al mismo tiempo con la inocencia y lo perturbado. Esa confrontación que se puede ver en el arte povera, entre lo puro y lo impuro”.
“Esto se verá plasmado especialmente en las fotografías de esta colección, una especie de celebración fracasada, no obstante, toda la colección está contaminada por esa precariedad”.