Si todos los diseñadores chilenos de vestuario dejasen de existir hoy, ¿se les echaría de menos y serían recordados con nostalgia? ¿Serían extrañados por un individuo europeo o norteamericano? ¿Harían realmente falta?
…Pienso en París, y en el ámbito de la moda se me vienen ciertos iconos a la mente: Media-man Lagerfeld de Chanel; los guiños al pasado de Galliano en Dior; el new look de YSL; el monograma de los bolsos Louis Vuitton; las carteras Longchamp; los pañuelos Hermès; la reciente retirada de las pasarelas de Christian Lacroix; el cocodrilo de Lacoste; el sostén cónico de Jean Paul Gaultier para Madonna; la colaboración de Sonia Rykiel para H&M y la semana de la moda de la nación gala…
Pienso en Londres e imagino un trench Burberry; el punk de Vivienne Westwood; la vanguardia de Alexander McQueen; Stella McCartney y los puntitos que configuran su logotipo; Gareth-goth Pugh; el pelo color pastel en un desfile de Giles Deacon; la colaboración de Matthew Williamson para H&M y London Fashion Week…
Pienso en los italianos y es inevitable: los tórtolos Domenico Dolce y Stefano Gabbana; super-sexy Versace; que “una mujer Prada no es una mujer Gucci”, Moschino y su línea Cheap & Chic; Valentino y un vestido rojo; las baguettes de Fendi; Benetton y una propaganda multiracial y Milan Fashion Week…
Pienso en los yankees y pululan por mi memoria Tom Ford, el tejano responsable del porn-chic; Ralph Lauren y photoshop-gate sobre la modelo Filippa Hamilton; Tommy Hilfiger y el blanco, azul y rojo; Michael Kors de Céline participando en Project Runway; Vera Wang y Sharon Stone y la semana de la moda en Nueva York…
Pienso en Chile y me cuesta asociarlo a un país de diseñadores de indumentaria o a un estado couture. Y creo que si a mí, una nacional, me resulta difícil, ¿qué sabrán y cómo nos percibirán desde el exterior? Sé que algunos están al tanto del trabajo de Sebastián Errázuriz, pero en mi opinión él es más un diseñador de estilo internacional (ver galería). También sé que Rubén Campos y Jaime Troncoso fueron invitados a Pasarela Punta del Este… Y que a Pola Thomson le va bien con su marca Pituqui Pinaqui… ¿Pero existe verdaderamente alguien o algo, que pueda ser observado, y que exclame “Made in Chile“? Corresponde en todo caso hacer una pregunta que precede a la expuesta y que puede ser más grave: ¿Tenemos realmente una identidad propia y definida, por la cual estemos orgullosos y deseemos exhibir al mundo? Y si es así, ¿qué elementos la constituyen? Por último cabe cuestionarse si acaso las instituciones que enseñan moda aquí en Santiago, motivan a sus estudiantes para soñar en grande o sólo los prepara para ser costureros…
Anna Wintour se reunió con el ministro de Industria francés, Christian Estrosi y con Carine Roitfield (directora de Vogue Francia) luego de que la directora de Vogue EEUU señalara públicamente que en París no se alentaba lo suficiente a los emprendedores jóvenes, en contraposición a Londres o Nueva York (donde la misma Wintour ha jugado un papel fundamental). Esto fue una crítica indirecta que realizó la mujer más poderosa en la industria de la moda a la pobre gestión de su par franchute… Tal vez necesitamos que alguien de afuera nos venga a decir lo que tenemos que hacer -lo cual por cierto sería súmamente penoso y embarazoso- pero en vista de nuestra crisis de originalidad y creatividad, ¿qué más nos queda?