Entrevista al diseñador Javier Ramírez: “Latinoamérica tiene una riqueza enorme en materias primas, cabezas creativas y emprendedoras”

Entrevista al diseñador Javier Ramírez: “Latinoamérica tiene una riqueza enorme en materias primas, cabezas creativas y emprendedoras”

Cada gran decisión en la vida de las personas se ve influenciada por alguna anécdota, persona u objeto significativo, como en el caso del diseñador uruguayo Javier Ramírez, quien a través de un libro de figurines descubrió a los 14 años que lo suyo estaba vinculado a participar y contribuir en el mundo de la moda. En su extensa carrera, ha participado de distintas ferias, desfiles y proyectos que intentan potenciar el diseño de autor en este país, en el cual –nos confiesa– hace falta apoyo para convertir a la industria textil en un área encargada de apadrinar a grandes talentos. En esta entrevista nos habla sobre las cosas que lo inspiran, su proceso creativo, referentes, proyectos y escena actual, en la que tiene como principal foco fortalecer su marca de carácter homónimo.

-¿Nos podrías contar cómo fue tu primer acercamiento con el mundo de la moda?

-Nací en una ciudad del interior llamada Minas, mi madre se dedicaba al tejido y la costura, sin embargo no llamaba mi atención nada referente al oficio. Recuerdo que tenía 4 años de edad y quedaba embelesado viendo las vitrinas donde se exhibían vestidos de fiesta y de novias. Cuando tenía 14 años llegó a mis manos una revista norteamericana de la década del 40, repleta de figurines y ahí decidí que sería diseñador.

A los 18 años, ya en Montevideo, recibí una beca para estudiar figurinismo y comencé paralelamente a escribir sobre moda en algunos diarios y revistas locales. También organicé desfiles, hice producciones de moda y fui booker de la principal agencia de modelos de mi país. Así que he “vivido” la moda y su evolución desde diversos ámbitos.

-¿Cómo nace tu marca homónima Javier Ramírez?

-Por distintas circunstancias, mis comienzos como diseñador no fueron los que esperaba, tuve muchos tropiezos y decepciones siendo muy joven. No obstante, la vida me dio revancha, y cuando tenía 29 años decidí tirarme al vacío y luchar por mi sueño de ser diseñador. Desde ese momento hasta ahora nunca paré y estoy tan enamorado de mi profesión como al principio. Mi marca nace el 6/6/2006 en una de las primeras ferias de moda de autor que se hicieron en Uruguay llamada “CODICIA”, en la cual quedé seleccionado como uno de los 20 expositores. A partir de esa feria, realicé contactos con clientes y empresarios, fue una gran experiencia.

 -¿En qué te inspiras a la hora de diseñar y cómo es tu proceso creativo?

-Soy muy egoísta a la hora de diseñar, diseño lo que siento y nace de mi; me encierro en mi mundo y por momentos siento que estoy en trance. Así se van creando atmósferas en mi cabeza donde aparecen imágenes e ideas que luego paso al dibujo de forma casi compulsiva. Mi proceso creativo es bastante espontáneo; puedo trabajar con moldería clásica o experimental, me gustan las texturas y el trabajo artesanal. Los colores siento que a veces me molestan un poco y necesito neutralidad; ahora me estoy amigando un poco con ellos y los estoy dejando aparecer en mis trabajos. Me encanta la sorpresa del resultado y la experimentación, a veces soy como un niño que se dispone a jugar.

-¿Con qué tipo de materiales prefieres trabajar a la hora de crear tu indumentaria y por qué?

-Lamentablemente en Uruguay no existe la industria textil. Tenemos excelente calidad de lanas y cueros, materiales con los que aún no trabajo, pero que tengo ganas de incluir en futuras colecciones. Así que la mayoría de las telas que disponemos y el resto de los materiales de confección, provienen de china. A veces se hace muy difícil trabajar con esa materia prima debido a su calidad y poca originalidad, por lo que estamos obligados a trabajar y personalizar los materiales con los que trabajamos. Me gustan los materiales confortables, fusionar lo rígido y lo fluido, el brillo y la opacidad, las transparencias y las veladuras (capas).

-Tus colecciones están enfocadas en la silueta femenina, ¿te gustaría experimentar con indumentaria para hombres?

.Actualmente estoy dedicado a mi línea para mujer, creo que en el momento en el que estoy profesionalmente debo focalizarme, así que no veo posible en un futuro próximo la creación de una línea masculina. En Uruguay hay una carencia de propuestas de diseño para hombre, actualmente la diseñadora Verónica Bueno de la marca “Sweet Lord” tiene un proyecto bien interesante de moda masculina.

-En tu colección cápsula Rayos y Centellas te inspiraste en la luz. ¿Nos podrías contar qué mensaje quisiste trasmitir a través de estas prendas y qué recursos utilizaste para conseguirlo?

-“Rayos y centellas”  fue una colección especialmente creada para presentar en la tercera edición de “Efecto cinco” con motivo de la celebración del año internacional de la luz. Este trabajo se hizo para una exhibición que fusiona el arte y la moda y por ende, no tiene un fin comercial. Es de esas oportunidades que los diseñadores tenemos de vez en cuando para poder volar un poco. Soy un diseñador que trabaja mucho el color negro, ya es parte de mi identidad, así que pensé en generar luz en esa profunda oscuridad. Elegí como material central una red bastante abierta, la cuál pinté logrando esos degradés que se generan en el cielo en el momento de las tormentas. Surqué las prendas con bordados en cordones, imitando los rayos y trabajé las sedas drapeándolas de forma experimental, para crear esa idea de tormenta densa y enmarañada.

-Haz estado en el MoWeek, Pasarela Micsur y en Efecto Cinco. ¿Cuál de todos estos eventos han influido mayoritariamente en tu carrera? 

-Participar en Moweek es maravilloso, lo hice en dos oportunidades, incluso la última vez que fue la temporada Verano 2015 tuve el honor de ser la colección de cierre. Es una gran plataforma que te brinda visibilidad y que se hace con profesionalismo. Además, han contribuido notablemente al crecimiento en la moda de nuestro país, brindando un gran apoyo a los diseñadores y marcas emergentes y ya establecidas.

Micsur fue mi primera pasarela fuera del país y fue un privilegio representar a Uruguay junto a otros 3 colegas. Participaban 30 diseñadores de toda Latinoamérica donde respirabas la riqueza de una tierra llena de colores, cultura, técnicas y pasión.

Efecto cinco es como un hijo para mi, ya que lo vi nacer. He participado desde la primera edición y he sido protagonista de su evolución. Hoy por hoy es el único evento dedicado al diseño de autor en el cuál participan diseñadores súper talentosos de diversas edades y experiencias, todos unidos por un mismo fin, alzar la bandera del diseño Uruguayo. Así que no puedo decir que uno u otro ha influido más o menos en mi carrera porque todos han ayudado a mi crecimiento.

-¿Cuáles son tus referentes nacionales o internacionales en cuanto a diseño de vestuario?

-Mi favorito de siempre es Alexander McQueen, pero siento especial predilección por los diseñadores latinos y tengo una gran lista de favoritos de los estilos más diversos. Me encantan Paula Raia y Melk Zda de Brasil, Cora Groppo y Cecilia Gadea de Argentina y tuve la posibilidad de ver en Pasarela Punta del Este la colección del chileno Paulo Méndez, “Sueños paradójicos”, y amé su trabajo. De Uruguay hay muchos diseñadores que admiro porque trabajo con ellos en diversos proyectos y conozco sus procesos, sería injusto destacar el trabajo de unos pocos. Creo fervientemente que la moda latina tiene una voz muy potente y única.

-¿Cómo te diferencias del resto de los diseñadores?

-No me obsesiona marcar la diferencia porque creo que todos en algún punto somos diferentes. Me interesa trabajar duro para lograr un buen producto visualmente interesante y de calidad, sin importar las tendencias de turno. Creo que la diferencia se marca conceptualmente a la hora de presentar una colección, poder contar una historia y llegar a esa mujer que apreció en mi punto de vista y le dio valor a mi trabajo. Mis propuestas nacen de mi mismo, de mi imaginario y de mi proceso experimental, ni yo sé el resultado hasta que lo veo. Creo que eso es lo interesante del diseño de autor.

-¿Qué piensas sobre la industria del diseño de vestuario en Latinoamérica en comparación con el resto del mundo?

-Como dije antes, Latinoamérica tiene una riqueza enorme en materias primas, en cabezas creativas y emprendedoras. Eso si,  faltan apoyos, falta conciencia, falta identidad –en algunos casos– y falta educación desde las etapas iniciales referida al diseño. Es imperante que los gobiernos entiendan que el diseño en su globalidad puede generar divisas, empleos y evolución cultural. Creo que la industria emerge constantemente y en algunos países como Brasil y Colombia, ya tienen el sistema más aceitado, por lo que son modelos a seguir.

-¿Dónde podemos encontrar tus creaciones?

-Actualmente trabajo en mi atelier de forma personalizada y vendiendo mis colecciones de forma directa, que generalmente son pequeñas y muchas de piezas únicas. También estoy desarrollando una colección de invierno 2016 que comercializaré en multimarcas de diseño en Uruguay.

-¿Qué otros proyectos tienes en mente para tu firma?

-Crecer como marca, aspiro a tener mi punto de venta propio y vender al exterior en un futuro. Estoy trabajando en una reestructura de mi empresa a nivel productivo y en un producto un poco más comercial, sin perder el valor del diseño de autor. No me interesa incursionar en una producción masiva, pero sí eventualmente hacer alianzas de diseño con empresas más grandes. Tengo la dicha de hacer lo que me gusta, así que mi cabeza siempre está llena de proyectos que tienen que ver con el aprendizaje y la evolución.

Imágenes de pasarela: Juan Ponte / Imágenes de “Rayos y Centellas” : Gabriel Parra.

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