Es una de las caras más lindas del medio local, su versatilidad y belleza la han hecho protagonista de las más importantes campañas y desfiles. Es muy común verla en las portadas de las revistas de mayor circulación. Comenzó en el modelaje a los 14 y hoy, a sus 22 años, está absolutamente consagrada, pero siempre ansiosa de seguir aprendiendo y creciendo profesionalmente. Su cara te puede resultar muy familiar, pero tal vez no sabes tanto más de ella. Tranquilo que para eso está “VLC Modelos”, el espacio que te muestra a las y los modelos fuera de la pasarela, sus aficiones y proyectos. En esta entrevista, Xamira nos cuenta qué hace en su tiempo libre y qué la motiva. Te invitamos a leerla.
¿Cómo te iniciaste en el modelaje?
Comencé de 14 años, cuando tuve mi primera experiencia en Ford Models, para aquél entonces estaba muy niña y mis padres no estaban dispuestos a que dejara mis estudios así que hice poco y me mantuve concentrada en el colegio. Fue hasta los 16 años que entré a Elite donde fui representante de Chile en el Elite Model Look Latinoamérica, el que gané saliendo representante de toda Latinoamérica para el Certamen Internacional. A partir de ahí, empecé a darle más tiempo y a dedicarle más atención. Nunca dejé de estudiar o hacer proyectos por mi cuenta, tuve siempre el impulso por hacer distintas cosas a la vez y he mantenido ese ritmo desde entonces; como ahora que estoy muy dedicada a la gestión cultural y representación de artistas, lo más interesante es complementar los conocimientos de distintas áreas y hacer que interactúen entre sí, como es el caso del arte, donde he guiado mi línea en artistas independientes que trabajan a partir de técnicas y materiales textiles, un complemento perfecto a lo que vengo desarrollando como maniquí desde pequeña y lo que experimenté en mi infancia con mi madre y mi padre.
Eres una de las modelos del medio nacional más cotizadas, ¿cuáles son las características tuyas particulares que hacen que todos quieran trabajar contigo?
La verdad creo que el fruto de mi trabajo tiene dos caras; por una parte ha sido fundamental la disposición y la actitud frente al grupo humano. Siempre he estado muy consciente de mantener una relación abierta y sincera con todo el equipo de trabajo, todo con mucho respeto, comprendiendo de que las energías que se mueven dentro del set son la base para el resultado final.
Por otra parte, he valorizado mucho mi contextura y mi cuerpo, respetándolo y cuidándolo sin llevarlo a extremos ni tratando de cambiar lo que no es. Siempre he hecho mucho ejercicio, mi alimentación es muy balanceada y no dejo nada de lado. Esto, a la larga, ha llevado a que me reconozcan en el medio por tener un cuerpo y una imagen muy características, muchas veces llegan a mí por eso, pero siempre va de la mano con ser moldeable y tener la capacidad de mutar, de dejar de ser yo para conseguir a la mujer que se busca para ese trabajo puntual. Por lo general, toda la gente que me conoce, no me relaciona a lo que se ve en las fotografías.
Trabajaste como Modelo en Milán y Munich, ¿cómo fue esa experiencia?
Munich fue mi primer viaje de larga estadía en otra ciudad, fue excepcional porque estuve acompañada de modelos que ya conocía desde Chile, así que fue bastante agradable como primer intento, además de entregarme muchas herramientas que me sirven hasta el día de hoy. El caso de Milán fue bastante distinto porque contaba con experiencia, me arrendé un departamento, tenía mi espacio y mi privacidad, fue un agrado sobre todo porque se dio todo muy fácil, estuve con una de las mejores agencias del mundo: WOMEN, con la que ahora pretendo realizar el próximo viaje y la verdad eso para mí fue un súper impulso. Ambos son casos muy marcados de la evolución que he tenido como mujer y como profesional.
Cuéntame cómo te iniciaste en esto de la representación de artistas. ¿Es lo que piensas hacer una vez que te retires del modelaje?
Es algo que pretendo hacer en paralelo, siempre invento cosas nuevas. Lo que está claro es que la Gestión Cultural es algo que me apasiona y que pretendo continuar haciendo mientras siga siendo así. La primera ocasión se dio concretamente cuando fui productora y curadora de la exposición RebelArte en Galería Stuart, un proyecto realizado en conjunto a la directora de la agencia We Love Models, Ofelia Memoli. Ahí tuve la oportunidad para probarme completamente, ver mis cualidades y mis capacidades reales en contacto directo con todos los agentes involucrados y la verdad es que me sentí tan en mi eje que hasta el día de hoy siento que fue una formidable decisión redireccionar mi foco hacia esto.
Además de representante de artistas, tu también eres una de ellos. ¿Cómo nace tu afición por la acuarela?
La acuarela surgió de un curso que tomé en la universidad, antes había probado, pero no fue hasta ser instruida en la técnica y el manejo que lo descubrí realmente. La verdad es que trabajo siempre en distintos materiales, he indagado en la fotografía análoga, el óleo, dibujo. Es mi oportunidad para explorar el mundo interno y mi historia. Mi padre es escritor y escultor, mi madre hacía cuadros de paisajes que mezclaban hilo con pintura textil y bueno, yo con tanta información retuve mucho de eso y despertó en mí una curiosidad muy grande.
También tienes una huerta en tu casa a la que le dedicas harto tiempo, ¿eres una fan de la naturaleza y la vida al aire libre?
Creo que sí, bastante. Siempre me conecté a la naturaleza, de muy pequeña viví en Lago Ranco, después nos trasladamos a Isla Margarita en Venezuela donde viví muy cercana al mar y al volver a Chile llegué directo a Pirque. Lago, mar, campo… las tuve todas y las aproveché al máximo. Aprendí mucho observando los paisajes, los otros seres vivos que nos rodean, tengo esa cosa de que, por más de que tenga como prioridad cuidarme a mí, tengo siempre esa conexión superior de no dañar mi entorno, a no destruir más y no tener esa mentalidad de que “si todos lo hacen, que más dá que yo lo haga”. Para mi la “consciencia personal” vale mas que todo.
Nos dejas, te vas a París por seis meses, ¿qué es lo que pretendes hacer allá?
Sí, me quedo un buen tiempo porque estoy muy interesada en aprender bien la lengua, voy a tomar un curso para dominarlo a la perfección, poder escribir y hablar con buen dominio porque hay un fin académico detrás, mi plan es estudiar Culture Management en París, por lo que puede que el proyecto se alargue. Claramente, voy a dedicar tiempo a mi carrera de maniquí ya que de eso vivo desde hace años y es una parte de mi vida que ha tenido frutos y los seguirá teniendo mientras esté feliz y me siga llenando como ha sido hasta ahora. En fin, como todas las decisiones que he tomado en mi vida, estoy haciendo una apuesta al destino con todas mis ganas en ello.