A sala llena fueron recibidos este miércoles 4 de junio importantes personajes del diseño chileno en el Centro Cultural La Moneda, quienes compartieron durante 2 horas sus enriquecedoras experiencias y opiniones sobre la evolución del diseño de vestuario en Chile, a lo largo de los últimos 40 años.
La encargada de dirigir el conversatorio fue la historiadora y autora Pia Montalba, quien estuvo acompañada por María Inés Solimano, diseñadora autodidacta y referente de la moda chilena de los años 70. En el escenario también se encontraba Constanza Vergara, periodista y ex-editora de moda de la revista Paula, Gerardo Tyrer diseñador de indumentaria y académico de UNIACC y María Eugenia Ibarra, diseñadora textil y de vestuario de la Universidad del Pacífico, también creadora de la marca femenina “Ropa de Género”.
La primera en iniciar este conversatorio fue la periodista Constanza Vergara, quien compartió con el público su experiencia de haber sido parte del grupo de las primeras editoras de moda en Chile: “Cuando nace la sección de moda en Paula nuestra única referencia eran las fotos que nos llegaban de afuera… Al principio íbamos a las “botiqueras” (modistas) a quienes les mostrábamos esas fotos y les pedíamos que nos confeccionaran lo mismo, pero luego eso cambió, y fuimos nosotras las que quisimos imponer la moda para que todo lo que saliera publicado fuera diseño hecho en Chile, así fue como conocimos a María Inés, quien era la encargada de darle ese toque autóctono a las piezas”.
Entre risas y aplausos los presentes celebraron la presencia de María Inés Solimano, quien a sus 85 años todavía recuerda sus primeros pasos como diseñadora chilena. “Inicié trabajando con crochet y lino, la idea era darle un toque de color a una simple tela blanca (…) La primera experiencia con Paula fue realizar trajes que se relacionaran con los signos del zodiaco”. En su época dorada, Solimano causaba sensación con los vestidos de algodón que teñía a mano, las mantas y los vestidos de novia, que hasta el día de hoy continua realizando. Ella se considera una romántica, pues cada pieza que hace debe durar para siempre.
El conversatorio continuó con la intervención de Gerardo Tyrer, quien trasladó al público a los años 80 y 90, décadas en las que él inició su primer romance con la moda. “Empecé confeccionando ropa para hombre, pero luego me casé y me gustó la idea de experimentar con el vestuario femenino, mi modelo era mi mujer. Al principio hacia percheros para mis clientas, la mayoría entre 30 y 60 años. Para ellas lo importante era que su atuendo fuera diferente y, más que moda, buscaban definir un estilo propio”. Tyrer se destaca por diseñar piezas atemporales, y por la utilización de materiales orgánicos; para él vale más crear un sello personal, que lo identifique, más que apegarse a una moda.
Cuando llegó el momento de hablar sobre la situación del diseño local en la actualidad, la creadora de “Ropa de Género”, María Eugenia Ibarra señaló que aunque hay falta de apoyo al diseño de autor, muchos diseñadores han logrado destacarse y llevar su talento a otros niveles.
Finalmente, los ponentes cerraron la noche con una corta reflexión para todos aquellos diseñadores emergentes, estudiantes y modistas que se hicieron presente en la sala. Destacaron además la importancia de mantener vivo el diseño local y de estar siempre atentos a los cambios sociales, pues para ellos significa un gran referente a la hora de diseñar.