Talitha Getty, ícono del estilo hippie de los 60’s

Talitha Getty, ícono del estilo hippie de los 60’s

A comienzos de los años 70’s, varios íconos de la cultura sesentera murieron en un corto período de doce meses: Jimi Hendrix, Janis Joplin, Edie Sedgwick y Jim Morrison. Durante este mismo tiempo, también falleció Talitha Getty, la actriz cuya carrera recién comenzaba, y que pasaría a la historia como uno de estos inmortales íconos de los años 60’s.

Nacida Talitha Pol, la actriz creció siendo parte de una familia muy influyente en la cultura y la moda. Su padre, Willem Jilts Pol, se dedicó a la pintura, sobre todo cuando, más tarde, contrajo matrimonio con Poppet John, hija del pintor Augustus John, una importante figura del mundo bohemio. Talitha era, por lo tanto, media-nieta del pintor y de su segunda esposa Dorothy McNeil, un ícono de la moda de comienzos del siglo XX.

Con esta rama familiar, para Talitha fue fácil conquistar la escena cultural sesentera. Después de estudiar en la Royal Academy of Dramatic Art en Londres, consiguió papeles en distintas producciones, acumulando 6 roles en su corta carrera filmográfica. En 1965, conocería a quien sería su único esposo: John Paul Getty, de donde adoptó el apellido que la hizo famosa. En una fiesta organizada por el socialité británico, Claus von Bülow, Talitha compartiría asiento con el famoso bailarín de ballet Rudolf Nureyev, con quien ya sentía una mutua atracción. De hecho, según el biógrafo de Nureyev, el bailarín nunca se había sentido tan fuertemente atraído hacia una mujer como con Talitha, incluso a pesar de su pública y conocida homosexualidad. No obstante, Nureyev no pudo asistir a la cena, y en su lugar se presentó John Paul Getty, hijo del influyente magnate de petróleo, Paul Getty. Talitha y John Paul se casaron en 1966, y hacia 1968 ya tenían un hijo.

Los Getty serían, durante la década de los 60’s, una de las parejas más influyentes en la vida cultural europea. Antes de que Marrakesh tuviera el atractivo cultural que tiene hoy, los Getty ya tenían una casa ahí y desplegaban todo su encanto para recibir a sus amigos, entre ellos Mick Jagger con su novia Marianne Faithfull, e incluso Yves Saint Laurent con Pierre Bergé. La vida en Marrakesh traería exceso para todos, sobre todo en cuanto a drogas se trata. Uno de los más famosos retratos de Talitha fue hecho en esta ciudad, en la azotea de un típico edificio del lugar, junto a su esposo, por el fotógrafo Patrick Lichfield en 1969. Esta fotografía —que ahora forma parte de la colección de la National Portrait Gallery en Londres— estamparía el clásico look impuesto por Talitha Getty: el hippie-chic, hippie bohemio o, incluso, Talitha Getty chic. El look, compuesto de un caftán multicolor, pantalones harem blancos y botas blancas, trascendió a su tiempo y se estableció como una moda, fuertemente influenciada por las cálidas tardes de Marrakesh. El gesto de la actriz fue reinterpretar lo hippie, dándole un cariz femenino y pulcro.

Tras la muerte de Talitha en 1971, su esposo se recluyó en Inglaterra por muchos años. Sin embargo, su belleza, encanto y simpatía seguirían viviendo en la memoria de aquellos que la conocieron y que siguieron siendo parte fundamental de la escena cultural europea. Ese fue su legado para las personas más cercanas. Para el mundo, Talitha legó uno de los looks principales en cuanto a moda se trata, y, también, su rostro estampado en la clásica portada de la Vogue francesa en abril de 1970.

Imágenes: pinterest.com

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