En el mundo hay cientos de historias que son de conocimiento colectivo. Entre estas encontramos a la conocida por todos Romeo y Julieta, obra del reconocido dramaturgo inglés William Shakespeare que parece cautivar a creadores hasta el día de hoy. Películas, obras de teatro, musicales y hasta series de televisión están en cartelera (o a punto de estrenar) basadas en la tragedia romántica más aclamada de todos los tiempos. Hace unas semanas se estrenó la versión británica ambientada en la época original de la historia, y entre los bocetos e imágenes que se han filtrado a la web ha resaltado un nombre que al parecer tuvo mucho que ver en el resultado estético final: Swarovski
La nueva versión cinematográfica de la historia, dirigida por Carlo Carlei, cuenta con vestuario y joyas seleccionadas de manera única por Nadja Swarovski, bisnieta del fundador de la marca. En conjunto con Carlo Poggioli (encargado de vestuario de la cinta) implementaron más de medio millón de cristales auténticos en los vestuarios de los personajes inspirados en la época renacentista. “Estábamos buscando una propiedad que expresara la habilidad de la firma para encantar e inspirar a través de imágenes en movimiento, y nos dimos cuenta que la historia más grandiosa de amor contada por el más grandioso narrador de la pantalla grande era una combinación ganadora”, son las palabras referidas por Nadja hacia el trabajo realizado para la película.
Por su parte, las versiones paralelas a esta de Romeo y Julieta también proponen vestuarios y ambientaciones únicos. En Broadway (y protagonizada por Orlando Bloom) se está llevando a cabo una versión contemporánea de la obra con vestuarios simples y basados en una estética occidental. Mientras tanto en nuestro país, se lleva a cabo el ciclo “Miércoles de Shakespeare” de Matucana 100, donde actualmente se exhibe una versión de la obra de la compañía TeatroPan hasta el próximo 20 de Noviembre. Con 22 actores en escena y una estética inspirada en el punk y el grunge de finales de los 70, el dúo de amantes se desenvuelve entre tachas, cuero, bototos y los más icónicos representantes de la estética punk.