Desde temprana edad que se le podía ver dibujando en sus cuadernos, más bien, lo hacía durante las clases escolares, cosa que no cambió hasta los últimos meses de su período universitario, cuando tuvo que preparar su tesis. “En muchas ocasiones paraba de escribir la tesis a mitad de la madrugada, revisaba que no hubieran testigos y me ponía a ilustra por varias horas alguna idea que me había surgido a mitad del día, era gracioso porque sentía que tenía un affair con la ilustración”, cuenta la artista colombiana Renée Hernández.
Si bien la ilustradora de 27 años estudió diseño industrial, pasando por artes plásticas, su afición por el dibujo la ha llevado no solo a trabajar con grandes artistas como la diseñadora colombiana Ana Lucía Bermúdez, sino que también le ha dado grandes satisfacciones personales: “Siempre pienso en que me encantaría poder vivir mi vida feliz con tranquilidad y plenitud, por eso decidí dedicarme a la ilustración, es lo que me llena el alma y es en lo que pienso 24 horas al día”, cuenta Renée.
Las habilidades de la artista caleña son evidentes, su uso del color, sus trazos y la impresionante fusión entre los distintos materiales que utiliza no dejan duda de que la ilustradora tiene la capacidad de impresionar a cualquiera. Sin embargo, ella nunca se ha cuestionado si es diestra para lo que hace. “Yo creo que no hay nada en lo que puedas desempeñarte mejor que en lo que más te gusta, porque las habilidades se construyen, y si encuentras lo que te hace feliz pero por desgracia no eres naturalmente dotado para eso, no te preocupes, con dedicación puedes llegar a aprender”, relata la ilustradora.
¿Quiénes son tus referentes?
Tengo varias personas a las que admiro por diferentes razones. Mis referentes son de diversas disciplinas, pero hablando de ilustradores algunos son Benjamín Lacombe, que es uno de mis ilustradores amados; Paloma Valdivia, Chiara Bautista, Sebastián Pérez, Rébecca Dautremer y muchos más.
¿Qué te inspira?
La nostalgia es mi sentimiento favorito, es mi lugar creativo por excelencia. Para despertar la nostalgia tomo varios caminos, pero el más efectivo es la música y la fotografía.
¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción profesional?
He tenido varias alegrías, todo el camino ha estado lleno de bellos momentos, como el reconocimiento por parte de gente que admiro, el trabajo en conjunto con personas súper talentosas y los pequeños triunfos como alcanzar las metas propuestas una a una.
¿Cuál es tu visión sobre la ilustración de moda en Latinoamérica?
Veo muchas propuestas sobre ilustración de moda que van más allá del figurín sin rostro. Muchas de ellas son por parte de ilustradores de moda latinoamericanos, hablando solo de Colombia puedo decir que el campo en este momento se encuentra lleno de propuestas que difieren mucho entre ellas, veo manejo de las técnicas tradicionales de una manera distinta, formas de representación de las prendas que van desde lo real a lo abstracto. Estamos en un terreno exótico de la disciplina, lleno de una variedad que no nos permite caer en un lugar común.
¿Que te parece el diseño de moda latinoamericano?
El diseño de modas en Latinoamérica está en un momento importante, pareciera que se han liberado de posibles temores y se han puesto a ellos mismos con siluetas y materiales inesperados bajo la lupa internacional. Además que se está convirtiendo en la cuna de muchos nuevos talentos.
¿En qué estás trabajando ahora?
Estoy ilustrando un libro que tiene de todo un poco, historias mágicas, otras de amor, o muerte, y unas medio macabras, todas escritas por N.Wallis. El lanzamiento está planeado para finales de noviembre en la ciudad de Cali-Colombia.
¿Cuáles son tus proyecciones para el futuro?
Quiero participar en la colección de alguno de mis diseñadores de moda latinos predilectos En lo personal tengo varios proyectos en el horno, uno de ellos es con el diseño textil y la creación de mi propia marca.
Fotografía: Avsu Productions.
Ilustración: Renée Hernández.
