Detrás de cada década e icono, siempre hay está la mano de un diseñador para ayudar a definir un estilo. A fines de los ’70, Londres se convertía en un epicentro de la música no solo por el punk, sino también por una nueva subcultura que nació en los clubes. Bodymap, Boy George, Leigh Bowery y Steve Strange nacieron junto a Pam Hogg, una de las pocas diseñadores destacadas de ese país antes que apareciera la generación dorada de Central St. Martins, quien viste a Debbie Harry y Siouxsie Sioux.
Muchos jóvenes de Gran Bretaña estaban aburridos de la expansión del punk como único escape que los representara; así fue como a principios de los ’80, nace el estilo New Romantic, una mezcla entre Roxy Music, David Bowie y la estética punk. Pam Hogg fue la diseñadora emblemática del look, y hoy aun continúa presentando sus piezas en el London Fashion Week, donde es alabada por las nuevas generaciones de cantantes y celebridades. Kate Moss, Lady Gaga, Rihanna y Kylie Minogue han sido algunas de las que han llevado hoy las famosas piezas de vestir de Hogg.
El estilo de esta diseñadora raya en el glam más sensual; famosos son sus monos en lycra metalizada, aplicaciones o piezas para el cabello de grandes dimensiones, y Vogue, I-D o Vice Magazine han mostrado trabajos de su factura. A pesar de nunca haber estudiado diseño –pero si Estampado de textiles en Glasgow School of Arts-, y de fabricar sus colecciones en el momento –no mantiene dibujos ni patrones-, Hogg se ha convertido en uno de los nombres más importantes de la moda británica, y sus piezas se han vendido en las principales tiendas de Inglaterra.
