Críticas, amor por parte de famosos, mucho revival grunge y un estilo que parecía inspirado más en Topshop que en otro tipo de referentes. Así vimos el paso del diseñador Hedi Slimane en Saint Laurent, casa a la que le sacó el Yves para transformar su estética y despedirse finalmente, con un homenaje a ese glamour ochentero que el francés le dio a la década del lujo hace unas semanas. Desde el 2012 hasta este año, el también fotógrafo admirado por pares como Karl Lagerfeld, desplegó su estilo en la firma francesa, una que hoy le dice bienvenido a otro joven diseñador: Anthony Vaccarello.
Salido directamente desde Versus, hasta donde llegó gracias al éxito de su esencialmente sensual marca Vaccarello, cuyo modelo es una respuesta comercialmente efectiva a un problema que ya se ha hecho común en la moda. Si Slimane transformó a Saint Laurent en una casa de fast fashion, el italiano-belga que llegó a Versus el 2013, luego de J.W. Anderson, enaltecerá las siluetas geométricas y la insinuación de las piernas y escote a precios de etiqueta de alta costura. Vaccarello ya era uno de los grandes favoritos de supermodelos como Anja Rubik y Natasha Poly, quienes pueden sacar aun más partido de sus figuras perfectas a través del juego de seducción del diseñador.
¿Pero qué pueden tener en común un belga de 33 años con una de las figuras más grandes que ha tenido la moda? Pues el estilo Vaccarello, pese a su exposición constante, se acerca a aquella sexualidad que alguna vez causó polémica durante fines de los años ’60 de la mano de YSL. Prendas transparentes mezcladas con sastrería masculina, culto a la figura femenina convirtiendo a la mujer en una amazona que brilla a través de la ropa; quizás Vaccarello no sea la mejor opción y ni siquiera una de las favoritas, pero veremos de qué manera se desarrolla su trabajo y cómo logra salir de la deprimente sombra en la que se mantenía la marca hasta este momento.
Fotos: NowFashion, DesignScene, Vogue.
