En New York Fashion Week S/S 2016, fue una de las últimas veces que pudimos saber de la diseñadora chilena, Pola Thomson. Algunos podían ver sus colecciones a través de su página web, pero era realmente un misterio el saber en qué se encontraba la artista. Así fue como sorprendió a todos en septiembre de 2016 con Proyecto Metanoia: la primera tienda concepto de Santiago de Chile que reúne arte, diseño de autor y coleccionismo.
El local ubicado en el clásico barrio de Alonso de Córdova, promete hacer vivir a sus clientes una experiencia que va desde el momento en que te abre la puerta una persona agradable, que te ofrece algo para tomar, hasta poder disfrutar de las obras de arte que se encuentran en ese tranquilo lugar. En Proyecto Metanoia, cada pieza ha sido seleccionada y curada por la chilena radicada en Nueva York, Pola Thomson, lo que le da un valor y una riqueza que se puede encontrar en pocos lugares en Chile.
En el espacio se pueden ver desde zapatos Acne Studios hasta las colecciones, tanto en joyería como en vestuario, de Pola Thomson. Pero no solo ropa se puede observar en esta tienda, sino que también piezas de joyería, discografía, perfumería, entre otras. Lo importante es que todo lo que aquí se puede encontrar está puesto en un espacio que permite la sensación de estar viendo obras de arte en un museo íntimo.
Proyecto Metanoia nace desde la necesidad de la artista de mostrar sus colecciones a sus clientas. “Una amiga de mi colegio, que conozco hace mucho tiempo, me dijo hagámoslo en el jardín de mi casa, entonces esa fue la primera vez”, cuenta. Si bien, Pola hacía eventuales desfiles en el Hotel W o en los distintos eventos de moda donde era invitada, ella sintió que era necesario un lugar distinto. En eso, consiguió arrendar el espacio de Alonso de Córdova por una semana, tiempo que se ha extendido hasta el día de hoy.
¿Cómo nació Proyecto Metanoia?
-Comencé a trabajar con un amigo fotógrafo, que tiene el Estudio Ornamenta, que se dedica a hacer dirección creativa de arte. Quería armar este lugar y empecé a pensar bueno, podríamos colaborar y armar algo, dije ya digámosle a alguien que tenga una marca de muebles. Por otro lado, empecé a conversar con mis colegas de allá y les empecé a contar que tenía esto. Bueno, me traje una línea de joyas de otra colega. Entonces se empezó a armar algo mucho más que tener mi colección en dos, tres percheros, y ahí fue donde dije bueno, esto lo podría llevar a algo mucho más completo, integral y permanente. Y se empezó a dar, el interés existía y dije ya, si hago algo en Chile, voy a hacer algo que abarque mucho más y que sea una propuesta que pueda contar mucho más aparte de todos los intereses que tengo sobre la moda, o sea, acá hay arte, perfumería, tocador. Es algo que tenía la necesidad de compartir.
¿Cómo eliges las obras que van a estar en Proyecto Metanoia?
-De una manera orgánica, intuitiva, también escuchando a nuestras propias clientas. “Oye me encantaría que trajeran”, cualquier cosa.
¿Cómo ha recibido el público Proyecto Metanoia?
-Se emociona mucho, o sea, hay un golpe de adrenalina al encontrarse con todas estas cosas que no están en otro lado o que si las han encontrado ha sido por un viaje. Tengo clientas que me han dicho: “Qué maravilla que tienes este reloj acá porque cada vez que viajo, lo único que hago es trabajar, no tengo tiempo”.
¿Cuál es el paso a seguir de Proyecto Metanoia?
-El proyecto está en constante desarrollo, eso es lo más fascinante. Tú me preguntas qué vas a tener después y bueno, no sé con qué me vaya a encontrar y también voy viendo cómo va respondiendo la gente. Los pasos a seguir son dejar que se siga desenvolviendo y como partió con más contenido que traje de allá, que ya está curado, yo creo que el paso a seguir es ir enriqueciendo y trabajando las colaboraciones con lo local.
Fotos: Rodrigo Soto.