Cuando Sofía Coppola apareció reemplazando a Winona Ryder en la tercera entrega de “El Padrino” (1990), todo el mundo comentó la falta de talento de la hija del propio director de la saga. A pesar de ser una de las it girls más famosas de la década, aparecer en portadas de revistas como Vogue Italia fotografiada por Meisel y ser amiga de Madonna – además tener romances famosos-, Sofía debía aun dar con su propio camino luego del desastroso rol de Mary Corleone. Para el año 2003 ya contaba con un Oscar a Mejor Guión, pero en 1999 vino su debut con la adaptación de la novela “Las vírgenes suicidas”, donde nos topamos con las hermanas Lisbon y el rol que encarnó Kirsten Dunst, el de Lux.
En 1993, Jeffrey Eugenides publicó la novela que retrataba a una familia con cinco hermanas, que tienen desde 13 a 17 años bajo el matrimonio de los Lisbon y cómo ellas representaban una fantasía de misterio y atracción para otros jóvenes de su edad. Ambientada en los años ’70, “Las vírgenes suicidas” mezclaba el género de despertar adolescente con un mood depresivo, que incluyó intentos de suicidio por parte de algunas de las hermanas y por supuesto, la aparición y consagración de Dunst bajo un rol muy distinto al que encarnó en “Entrevista con el Vampiro” en su debut en el cine. Aquí, Lux no era la chica más simpática de todas pero sí mantenía un aura de misterio, un atractivo que nos recuerda al de personajes adolescentes de películas antiguas y por supuesto, el objeto de deseo de otro personaje favorito de esta película, el de Trip Fontaine (Josh Hartnett).
Lux va moviéndose entre la actitud propia de divas como Catherine Deneuve a través de su frialdad y cabellera rubia, al mismo tiempo que lleva románticos y delicados vestidos al más puro estilo Chloé. Con “Las vírgenes suicidas”, Dunst se consagró como la musa absoluta de Sofía Coppola, aunque casi fue desplazada por Scarlett Johansson, pero la actriz regresaría para ser dirigida en la adaptación moderna de “María Antonieta” (2006). Pero además, la película nos entregaría un soundtrack del recuerdo mezclado con temas propios de Air, junto con la frase y escena donde Trip le dice a Lux, “you’re a stone cold fox”.
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