Buscando trajes en grandes galpones de renta de vestuario, dejando estiradas y limpias las prendas que usarán los protagonistas de las filmaciones o, incluso, leyendo libretos. Así se le puede ver a la argentina Paula Fajardo, una de las diseñadoras asistentes de grandes series y películas de la BBC, Amazon y Netflix.
Buenos Aires es su ciudad natal, pero Paula ha pasado la mayor parte de su vida viajando y teniendo distintas experiencias tanto en Sudamérica como en Europa. Cuando tenía cinco se fue a vivir a Mendoza, ahí fue donde aprendió a coser, bordar y tejer, tal vez ahí comenzó su gusto por el diseño, pero Paula dice que solo lo hacía porque era una niña tranquila y que le gustaba aprender lo que su abuela le enseñaba.
Al terminar el colegio se fue a estudiar diseño de moda a Sao Paulo, Brasil. La diseñadora fue una de las alumnas destacadas de su generación, lo que la llevó a ganar un curso en Francia. En ese país fue donde aprendió un poco más el diseño de vestuario para televisión, cine y teatro.
Esta área del diseño le encantó a Paula Fajardo, tanto así, que estudió un posgrado en Barcelona, España, para especializarse más en el tema.
Luego de unos meses, por circunstancias de la vida, llegó a Irlanda. Un país que no conocía, donde no tenía contactos pero sí sabía que se grababan grandes obras debido a la particularidad del paisaje: con construcciones antiguas y ciudades poco intervenidas por el hombre. Ahí fue muy bien recibida y comenzó a trabajar haciendo trajes de ballet para una escuela.
Luego de su paso por teatro, empezó a desarrollar su arte en un drama policial llamado Red Rock. Después fue el turno de Ripper Street, una serie victoriana de la BBC, donde trabajó junto a Matthew Macfadyen, Joreme Flynn y Adam Rothenberg, la que tuvo el premio de la Academia Británica a mejor producción de diseño. También participó en un piloto para una serie de MGM de la época neardental, en Rebellion de Netflix, en la serie inglesa The Raven, y su último trabajo fue en la película El hombre que inventó la navidad, que será estrenada en diciembre de este 2017.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar en Ripper Street?
-En esa serie hay asesinatos, mucha sangre. Entonces, si alguien se cae al agua o se ensucia o hay una pelea, tienes que tener varias repeticiones de la misma ropa por si vuelven a filmar cuando él estaba limpio antes de la pelea, que lo suelen hacer. Si les disparan, por ejemplo, ahí me tocó trabajar muy cerca con la gente de efectos especiales. Ellos les ponen una carga con polvora y sangre en una bolsita, eso se pone por detrás. Esa ropa si que tienes que hacerla, no puedes arruinar la ropa de alquiler
¿Por qué te gusta el diseño de vestuario para televisión, cine y teatro?
-Vestuario junta el estudiar la época, porque cada trabajo es de una época diferente, entonces te tienes que sumergir y estudiar desde qué colores se podía usar hasta qué tipo de ropa interior para dar la forma. También, lo que tiene vestuario, es que tienes que estudiar la obra de teatro o el guion y estudiar los personajes para luego pensar cómo hacer que cada personaje realmente muestre su personalidad a través de la ropa.
¿Cuál es ser asistente de vestuario en las filmaciones ?
Yo tengo que leer las escenas y pensar en qué se va a hacer con la ropa y, por ejemplo, si hay una escena donde el personaje llega a su casa, tú tienes que pensar “seguro se va a querer quitar la ropa”, entonces ahí tienes que pensar que la camisa no puede tener una raya o arruga. Mi trabajo depende del día, de lo que se necesite hacer. Si necesito estar en el set para cuidar del vestuario de algunos actores, tienes que ver que todo este perfecto, que no haya errores de continuidad, si se ensucian tu tienes que limpiar o tener otro traje igual.
¿Cómo es tu día a día cuando inicias un proyecto?
-Un proyecto dura alrededor de tres meses. Se empieza a hacer toda la investigación al principio, desde que te dan el primer guion que generalmente es muy por encima. Por ejemplo, mi último trabajo es una película que se estrenará en navidad, se llama El hombre que inventó la navidad, es sobre Charles Dickens. Es Londres victoriano, 1840, hombros caídos, entonces tienes que ver todo eso. Son seis semanas de investigación donde empiezas a comprar tejidos, a ver formas, a hacer, cuando llegan las medidas de los actores, o también se va a las grandes casas de alquiler de Londres, Roma o Madrid. Luego, vienen unas diez semanas de filmación donde vestuario trabaja entre 12 a 13 horas diarias.
¿Con quienes trabajas?
-Trabajas muy de cerca con el departamento de arte para que no te desaparezca el vestuario. Por ejemplo, si tienes un traje gris y la pared es del mismo color, ese tipo de cosas. Se habla mucho, también, con la gente de sonido, uno nunca lo pensaría, pero es por el sonido de los tejidos o cómo poner los micrófonos.
Fotos: Paula Fajardo.