Fotos: Daniel Hermosilla.
Uno de los aspectos más positivos que vimos en la reciente edición de Pasarela Valparaíso fueron las ganas por parte de los diseñadores consagrados de incorporar códigos subculturales o estilos más actuales, gracias a temáticas de inspiración queer o como parte de establecer también un show entretenido. En el caso de Claudio Paredes, todo fue ligado a un estilo que hemos visto en VisteLaCalle y que alude a códigos propios de vestimenta unidos a lo social: el zentai. Y con ello el nombre de la colección se extiende a Hotel Zentai Collection, el cual también tiene que ver con una iniciativa cinematográfica.
“Esta colección de pret-a-couture se basa en los trajes zentai, creando una ilusión de anulación del individuo que usa las prendas. La idea parte del vestuario realizado para “Hotel Zentai”, película de Leonardo Medel y Merced Productora protagonizada por Mariana Di Girolamo, desde donde se hace una reflexión sobre cómo, sin percibirlo, Chile está influenciado por la cultura asiática”, nos cuenta Paredes. Así, con el concepto, podemos ir develando que la fuerte influencia de países como Japón y China, los cuales siempre están abrazando el vestuario como una expresión máxima del individuo, sea el centro de su idea. “Desde la alta presencia de manufactura textil procedente de Oriente en Chile hasta las tendencias como el K-Pop, el sushi, el cosplay o el mismo zentai, Asia ha ido formando parte de la cultura del país, casi sin darnos cuenta. Tomando esta última tendencia como base, la colección mezcla algunas técnicas tradicionales de Japón, China y Corea unidas a otras técnicas clásicas de Occidente, para crear, construir y deconstruir las prendas. Es un juego de reciclaje, reutilización, confección de nuevas prendas y descontextualización de clásicos de la sastrería”, añade el diseñador.
A lo largo de las presentaciones de Pasarela Valparaíso, resalta el espíritu colaborativo, esas ganas de extender códigos propios con diferentes miradas que pueden ser complementadas a través de prendas, accesorios y zapatos. Paredes se unió a la marca de vestuario Ciénago de Carlos Navarro, quien creó piezas de streetwear; Mónica Tapia ideó una línea de calzados y dos artesanas de la Sexta Región -Lihuelmo y Santa Cruz-, complementaron el trabajo con tejidos y bordados. “Principalmente, siento que lo nuevo es que estoy evolucionando a hacer cosas mas arriesgadas, jugar más con la mezcla de colores, con el maximalismo, con la deconstrucción, con la mezcla de materiales y conceptos. Siempre fui más reprimido, mas limpio y minimalista; ahora me estoy dejando llevar, sin perder mi esencia”, remata. Participar en Pasarela Valparaíso para Claudio también tuvo una significado importante: “Al terminar nuestro desfile hice esa reflexión; creo que aposté por lo correcto al presentar en esta plataforma. Debo decir que las cosas se hicieron de muy buena manera, la producción es excelente, las modelos de muy alto nivel, la curatoría de los diseñadores seleccionados muy ética. El hecho de no cobrar una entrada hace que la moda sea mas cercana a todo el mundo y por sobre todo que sea en un centro cultural, hace que se entienda que la moda no es algo banal y sin sentido. Ojalá algún día Santiago Fashion Week se transforme en lo que es hoy Pasarela Valparaiso, un plataforma excelente para los diseñadores”, asegura uno de los más destacados de lo que vimos en esta actividad.