Cada vez que vamos por una prenda que de tacto es suave, ligera y confortable sentimos que hemos encontrado algo de “buena calidad” o pensamos que es de “buen algodón”. Luego, al leer la composición textil 100% algodón, nuestra mente automáticamente prefiere esa prenda sintiendo que hemos encontrado algo que no genera impacto al medio ambiente y que es más natural.
Grandes problemas han girado entorno a engañar el tacto humano, convirtiendo textiles químicos en unos tan suaves, tanto como de aspecto como de usabilidad, que hemos sido engañados por más que conozcamos las fibras, he ahí la importancia de siempre leer las etiquetas.
Timo Rissanen, Profesor Asistente de Diseño de Moda y Sostenibilidad en la Escuela de Diseño Parsons de Nueva York, cuenta que “la calidad de la tela es evaluada a través del tacto y de la vista, sin embargo, este conocimiento ha quedado con las generaciones anteriores”. Es por eso que debemos informarnos al momento de comprar una prenda si queremos realmente convertirnos en consumidores expertos.
Cotton Ink, la empresa más importante del algodón en el mundo, tiene como finalidad aumentar la demanda y la rentabilidad del algodón. Su centro de investigación Life Style Monitor by Cotton INK ayuda a cumplir esta misión, proporcionando una gama de datos y análisis de marketing para informar mejor a los tomadores de decisiones en la cadena de suministro global de algodón.
Este centro mide las actitudes y los hábitos del consumidor en relación con la vestimenta, el rendimiento de las prendas, la moda, el medio ambiente, el mobiliario del hogar, las compras, la selección de fibras y otros temas de interés.
Un importante estudio realizado arroja interesantes datos sobre como el ser humano se relaciona con esta fibra de origen natural;
Cuatro de cada diez compradores (43%), revisan las etiquetas de contenido de tela antes de comprar las prendas de vestir.
Dos de cinco encuestados, que equivalen a un 38%, dicen leer las etiquetas para conocer de qué está hecho el artículo y por otro lado, quienes lo hacen para sabe cómo cuidarlo conforman el 33%.
Cuando comprueban el contenido de fibra, la clara mayoría (83%), dice buscar algodón en la etiqueta.
Ocho de cada diez personas opinan que la ropa de algodón es la más sostenible (84%). El 40 % opina que el tamaño de la letra usado en las etiquetas es demasiado pequeño para ser visto.
El algodón es una fibra comercializada en el año 800 Después de Cristo en países orientales, siendo los árabes quienes sembraron este textil por los países del Mediterráneo. Barcelona fue el lugar donde se origina esta gran industria del algodón, una de las más importantes del mundo. Pero su descubrimiento fue mucho antes, se habla de 3.000 años A.D.C en fragmentos de tejidos muy elaborados que nacieron en zonas peruanas.
Los principales grandes consumidores de algodón en el mundo son India, China, EE.UU, Pakistán y Europa.
El algodón es quizás la fibra que tiene más porcentaje en nuestro clóset; preferir siempre algodón pima y el algodón orgánico, los que equivalen a menos fertilizantes y más salud para nuestra piel.