Son bellas. ¿Y qué más? Salvo que uno las conozca en persona, no se le ocurren otros calificativos. Pero una modelo catalana de fama mundial, quiere romper con ese estigma. Judit Mascó dice que las top models además son inteligentes y responsables, aunque reconoce que hay dos excepciones: Naomi Campbell y Kate Moss. Para enseñar a ser como ella y sus colegas, la Mascó lanzó su libro Modelo.
Con más de dos décadas de experiencia, la guapa modelo y conductora de televisión vuelve a lanzarse al mundo de la escritura luego de su primera publicación El libro de Judit Mascó (2004). En ese texto contaba en primera persona cómo había sido su camino por el mundo de las pasarelas y en Modelo recoge todas sus experiencias y conocimientos para la elaboración de un manual con el que ayudar a todas las jóvenes que quieran hacerse un espacio en esta industria. “No hay que olvidar que ser modelo es una profesión y no una diversión”, asegura.
Por ello, no duda en aconsejar sobre todos los pasos que se deben dar para entrar en este mundo, de los requisitos que deben reunirse para triunfar y de cuándo hay que ser cautelosa para no caer en engaños y falsas promesas. Además, nos familiariza con algunos términos propios del argot de las pasarelas y desvela algunos trucos de belleza y estilo.
“¿Cómo puede ser que las modelos no tengan un mínimo de cultura?”, se preguntó Mascó cuando estaba al frente del programa de televisión “Supermodelo”, en el que se dio cuenta de que muchas jóvenes que querían dedicarse al mundo de la moda “no reconocían a Armani en una fotografía o no sabían quién era Balenciaga”.
Y esta pregunta fue uno de los detonantes para que Mascó decidiera contar “quién es quién en el mundo de la moda”, además de explicar cómo funciona una agencia de modelos y las distintas vertientes de la profesión (publicidad, fotografía y pasarela).
Judit Mascó, que obtuvo gran reconocimiento internacional en la década de los noventa, confiesa que “también hay una parte oscura” en el mundo de la moda, pero que “lo importante es ser consciente de la situación personal y tomar las decisiones en libertad, sin presiones”.
“No hay ninguna modelo que haya llegado arriba que sea tonta, las tontas se quedan en el camino y una modelo no debe olvidarse de la disciplina, el rigor, la autoestima, la educación y los idiomas”, precisa Mascó, para quien las características sicológicas son “tan importantes como las físicas”.
Aunque su intención es “dar información”, Mascó cuenta algunas anécdotas personales en Modelo, por ejemplo, de su trabajo con fotógrafos como Steven Meisel, con el que tuvo una mala experiencia, que define como “frustrante” en el libro, editado en forma de revista de moda.
Mascó no dedica un capítulo a la anorexia porque cree que las chicas “no se lo leerían”, pero sí hace hincapié “de una forma mucho más sutil”, en la importancia de la alimentación. “La comida es la gasolina de nuestro cuerpo”, escribe la autora.