La copia es un fenómeno común en moda, desde las falsificaciones chinas de Louis Viutton hasta la ropa de grandes cadenas como Zara o H&M, “inspiradas” en las grandes pasarelas. Cuando la copia es demasiado evidente, se castiga por ley (algo sé del tema: mi papá es abogado y dedicó toda su vida laboral al tema de las patentes, las marcas y la propiedad intelectual).
Pero hay opciones más creativas, que en vez de perseguir a los que copian estimulan la compra del producto original. Saco este tema a colación a propósito de una información que me llegó de Crocs. Hasta el 31 de marzo, se puede llevar a las tiendas una imitación de Crocs, usada, y recibir a cambio 40% de descuento en una original. El objetivo, dicen, es que “entendamos la importancia que significa caminar y proteger tus pies” y “conocer los beneficios de salud que implica usar zapatos auténticos en vez de imitaciones: estos zapatos originales son antibacteriales y resistente a los olores, además su diseño es ergonómico, es decir, se amolda al pie según la temperatura del mismo y reducen hasta en un 62% la fatiga muscular que implica estar de pie”.