Cuando me enfrenté por primera vez a la biografía de Yves Saint Laurent, removió en demasía. Sus orígenes en provincia, la determinada inclinación hacia el mundo del vestuario desde pequeño, las burlas por su condición sexual, su sensibilidad artística, el notable talento tempranamente demostrado, la tendencia a la tristeza y los grandes logros prontamente alcanzados son algunos de los aspectos que le dan forma a su particular vida. Son tan importantes los detalles que determinan cada uno de los hitos en su hacer, que se ha debido dividir en partes su biografía. He aquí la primera:
Yves Mathieu Saint-Laurent nació en 1936 en Orán, Argelia. Hijo primogénito creció, junto a sus dos hermanas, en una familia acomodada propia de la colonia francesa. Su padre, Charles Saint-Laurent, descendiente de un barón francés, abogado, presidente de una compañía de seguros y propietario de varias salas de cine, siempre quiso que Yves estudiara derecho por lo cual éste asistió a una escuela en Orán, donde recibió una educación basada en una fuerte disciplina que, sin duda, afectaría en su vida posterior. Por otro lado Yves desde pequeño se sintió muy unido a su madre, Luccienne, una mujer bella y elegante que gustaba del coleccionismo de vestuario. Ella comprendió desde temprana edad la extrema sensiblidad del niño y cuando observó que los compañeros de clase de Yves se reían de él por vestir a las muñecas de sus hermanas y las marionetas del teatro de la escuela, decidió buscarle un centro de aprendizaje de confección y patronaje en París para que, posteriormente, se formara en ello. Esta era la época en que Yves adolescente, se deleitaba revisando las revistas Vogue de la época, al mismo tiempo que leía a Marcel Proust, su autor favorito, e interpretaba personajes de Molière en la escuela. Así, a los diecisiete años e incentivado por su madre, el joven Yves viaja a París a vivir solo para estudiar alta costura.
Estuvo algunos meses en la escuela Chambre Syndicale de la Couture, para luego retirarse por no estar conforme con el plan de estudios. Es en este momento que decide participar en un concurso convocado por el Secretariado Internacional de la Lana, el cual gana derrotando, entre otros, a un joven estudiante alemán llamado Karl Lagerfeld. Sus diseños sorprendieron a Michel de Brunhoff, primer editor de Vogue, quien al encontrar una gran similitud con el modo de trabajo de Dior, lo recomienda a éste. Es así como en 1954, a los 18 años, comienza a trabajar para él, siendo sus primeras responsabilidades de carácter menor (diseñar el estudio de trabajo y algunos accesorios), pero luego Christian Dior reconoce en él su gran talento, demostrado en sus extravagantes propuestas y en sus notables figurines (revisar el siguiente video).
Es así como Dior le hereda posteriormente su firma en 1957 e Yves se convierte en el director con solo 21 años. Para inaugurar este hacer, lanza su primera colección, que presentó con el nombre de “Trapecio”, la cual tuvo gran éxito, al prolongar el “New Look ” acuñado por la casa de moda. Entre el público que asistió a ese desfile se hallaba Pierre Bergé, un amigo de Dior y habitual del círculo de la moda parisiense, que con el tiempo se convirtió en socio, amigo y amante de Yves durante muchos años, quien lo apoyó constantemente en su hacer. Este éxito contribuyó a rescatar la firma de una quiebra que parecía segura. Pero las creaciones posteriores de Saint Laurent cosecharon duras críticas, y su carrera en Dior se interrumpió en el año 1960, cuando fue llamado para cumplir con el servicio militar francés, coincidiendo con la guerra de independencia de Argelia. Saint Laurent había eludido la milicia hasta entonces gracias a influencias del propietario de Dior, Marcel Boussac, y se ha conjeturado que cuando Boussac quiso prescindir de él, generó que lo llamasen a filas. Yves Saint Laurent duró apenas 20 días en el ejército: debido a las humillaciones infligidas por unos compañeros, sufrió un ataque de stress y fue ingresado en un hospital militar. Allí supo que la casa Dior no le reservaba el cargo y que más bien había prescindido de él; esta noticia empeoró su estado emocional y fue ingresado en el psiquiátrico de Val-de-Grace, un centro tristemente conocido por sus terapias tremendamente agresivas. Allí Saint Laurent sufrió electroshocks y le administraron sedantes y otras drogas, una etapa oscura que ayuda a explicar sus posteriores problemas emocionales y adicciones.
A finales de 1960 Saint Laurent abandonó el psiquiátrico, y al volver a París vio que su sustituto en la casa Dior era Marc Bohan, diseñador que se acercaba más al estilo “ladylike” (femenino a la antigua usanza) que se buscaba. Saint Laurent demandó a la empresa por daños morales con la ayuda de su amigo Pierre Bergé, y con el dinero recibido, sumado al apoyo financiero del empresario J. Mack Robinson de Atlanta, creará su propia casa de costura.
Continuará la próxima semana.