tres décadas, el director español Pedro Almodóvar ha logrado transformarse en un embajador internacional del cine español, tanto como una influencia en las artes como en la industria de la moda. Con una estética única y películas cada vez más aclamadas, el cineasta podría fácilmente posicionarse según muchos como diseñador, pues su interés en este campo es sin duda mayor que el habitual de un director.
La moda está presente en varios aspectos de la producción almodovariana, desde el rol visual y estético que pueda aportar, hasta la creación de personajes o los mismos guiones. Si bien cuenta con destacados directores de vestuario en cada una de sus películas, entre ellos Sonia Grande, Tatiana Hernández, José María de Cossío o el mismísimo Paco Delgado, no entrega el trabajo por completo a ellos. Su opinión está siempre presente, tanto como su intento por integrar diseñadores españoles a sus cintas. Entre sus favoritos están Antonio Alvarado (Mujeres al borde de un ataque de nervios), Francis Montesinos (Matador) y David Delfín (Los amantes pasajeros).
Sin embargo, y sin descartar el seguir utilizando y dando vitrina a estos diseñadores, Chanel, Armani y Gaultier llegaron a la vida de Almodovar para quedarse y potenciar la estética de sus películas. En en su ultima producción “Los amantes pasajeros”, película que se estrenará el 8 de Marzo en España y el 28 de Junio en Chile, tampoco renuncia a las grandes firmas, utilizando bolsos y joyas de Bulgari, pero aún más: alta costura masculina con trajes, camisas, chaquetas y pantalones de Dior Homme, Gucci, Prada, Levi’s o Dolce & Gabbana.
Quizás el nombre dentro del mundo de la moda que más estrechamente unido va al cine de Almodóvar es el de Jean Paul Gaultier. Ya convertidos en amigos y excelentes co-creadores, han dado nacimiento a piezas únicas. Sus colaboraciones partieron por allá por los 90′, cuando Gaultier realizó el vestuario de Victoria Abril en “Kika”. Luego Gael García Bernal en “La mala educación”, los enteritos de “La piel que habito” y así en adelante, nacieron piezas únicas que aparte de forjar un gran lazo creativo lo hicieron en el ámbito personal.
Almodovar nos queda para rato, y con él, constantes conversaciones y situaciones en las que la moda y el cine entran a comulgar. Solo queda esperar por nuevas apariciones, nuevas propuestas y quién sabe si algún día el nombre del mismo cineasta encabezando una marca de moda.