Nueve años después del fin de la trilogía de Tolkien llevada al cine por Peter Jackson, el director vuelve a estrenar una trilogía sobre la tierra media. Esta vez, la historia comienza años antes de la aventura de Frodo Baggins y sus tres amigos hobbits, centrando el protagonismo en Bilbo Baggins. A pocos meses del estreno de la tercera y última entrega de la trilogía de El Hobbit, revisamos el proceso de creación tras el vestuario de la película.
En la trilogía de El Hobbit trabajaron tres diseñadores de vestuario en conjunto: Bob Buck, Ann Maskrey y Richard Taylor. Con un equipo de trabajo de más de 90 personas, los diseñadores se ocuparon de llevar el mágico mundo de Tolkien a la pantalla grande, y uno de los mayores atractivos es, sin duda, el vestuario de los personajes. Pero la historia influyó determinantemente en la confección de los trajes para la película, sobre todo a nivel de representar el carácter de los personajes, y también, los efectos del viaje.
En resumidas cuentas, la trama de El Hobbit comienza cuando Gandalf engaña a Bilbo Baggins para que ofrezca una fiesta para Thorin y los otros doce enanos del grupo, quienes quieren recuperar su reino en las Montañas Nubladas, junto con su tesoro, robado hace años por Smaug, el dragón. Gandalf elige a Bilbo para unirse al grupo de enanos en el viaje como un ladrón profesional, para que se interne en la montaña y logre liberar el reino del dominio de Smaug. El viaje, por lo tanto, se configura como un eje fundamental de la trama, y por ende, produce un efecto patente en los personajes y su vestimenta.
Según Bob Buck, los enanos pasan por un montón de cambios. Existen datos acerca del vestuario de cada uno de los enanos en el libro de Tolkien, que los diseñadores tomaron en cuenta para la realización de la producción cinematográfica. “Su viaje está personificado en sus trajes. Su lucha y las experiencias que atraviesan se muestran en sus trajes, a través de cualquier deterioro o el hecho de que los pierden. Eso es lo más loco que sucede en la [segunda] película: vemos que los enanos pierden los trajes que usaron durante toda la primera película, que llamamos sus trajes de viaje”.
La pérdida del vestuario de los enanos y su arribo a la Ciudad del Lago los llevará a tener que vestirse con prendas de hombre. “Ese es otro desafío, porque tuvimos que poner ropa oversized en hombres normales para hacer parecer que su tamaño real era el de un enano”.
Además del traje de los enanos, los diseñadores de la más reciente saga de Peter Jackson tuvieron otros desafíos. Uno de estos fue diseñar el vestuario de los elfos de Mirkwood. Al contrario de los elfos de Rivendel —conocidos por su aparición en El Señor de Los Anillos—, los elfos de Mirkwood son elfos sombríos. “Primero vemos a Legolas y Tauriel en el bosque. Legolas usa su vestuario de príncipe —las ropas de la corte—, porque cuando está alrededor de la fortaleza, es un joven príncipe, y por lo tanto sus ropas son adecuadas a un príncipe, en lugar de lo que llamamos su traje de viaje, que es como lo que se ve en El Señor de los Anillos. Hay definitivamente un look casual y un look formal, y eso era algo interesante para aportar al mundo de Mirkwood, que, a diferencia de Rivendel, es más acerca de la estética de un pueblo que no se aventura mucho”, explica Bob Buck en el comunicado oficial de la película.
No obstante, para la versión del traje de aventura de Legolas, los diseñadores mantuvieron el traje verde, ya característico del personaje, y además, asociado a los elfos. “Es muy importante mantener estos trajes sencillos y elegantes. Definitivamente había que pensar en el pelo, los escotes y en mantener las cosas bastante refinadas, especialmente con los elfos”.
El desafío más grande se presentó con el personaje de Beorn, que tiene la capacidad de transformarse y cambiar su piel. Para esta figura, los diseñadores separaron el look en dos dicotomías principales, el oso y el hombre. “Él se vuelve feroz cuando se convierte en oso, pero cuando vemos el entorno donde vive, es muy cuidadoso. Cultiva verduras y es muy considerado con los animales, por lo que ninguno de sus trajes podría contener ningún producto animal. Se trata básicamente de un vegano en su forma humana. Eso fue un verdadero desafío. En primer lugar, lo grabamos solo en pantalones y botas. Y sus botas, por ejemplo, fueron hechas de tela, y no de cuero”.
A poco tiempo de que se estrene mundialmente la última parte de El Hobbit, los diseñadores ya entregaron todo su potencial en esta saga de la tierra media. Los trajes de cada personaje están evidentemente intervenidos por la personalidad y la particularidad de cada tipo de carácter, pero también fuertemente influenciados por el viaje mismo. Como comenta el mismo Buck, “[El traje de Gandalf] no cambia como tal. Mientras avanza el viaje, es muy importante mostrar la angustia y la degeneración en el vestuario… Así que a medida que avanzamos, el traje de Gandalf se rompe y se ensucia cada vez más”.
Imágenes Bob Buck Costume Design
Entrevista en Warner Bros.