La moda militar es una tendencia más que arraigada en el mundo de la moda actual. Como su nombre lo indica, su origen está en la confección de uniformes de guerra, pero si hablamos específicamente de los estampados de camuflaje y sus distintas variantes, estos nacieron de un formato aún más grande: de los buques, aviones y misiles pintados a mano para engañar el ojo del enemigo extranjero. Lo interesante, sin embargo, es que su diseño no provino de estrategas propios del ámbito militar, sino del mundo del arte, con retratistas e ilustradores.
Los primeros en incorporar estos estampados de supervivencia fueron los franceses. De la mano del retratista Lucien Victor Guirand De Scévola, el ejército parisino creó el Departamento de Camuflaje con 3.000 artistas y civiles dedicados a engañar a los alemanes en la Primera Guerra Mundial. Con estampados inspirados en los movimientos artísticos del cubismo y el impresionismo, De Scévola y su gente pintaban aviones, barcos y armas de fuego para disimular la ubicación geográfica de estos artefactos. Otros nombre importantes dentro de esta sección del ejército francés, también conocidos bajo el nombre de “camofleurs”, fueron el pintor e ilustrador Jean-Louis Forain y el post-impresionista Louis-Abel Truchet, quien murió a causa de una herida de guerra poco antes del fin de la Primera Guerra.
Inglaterra y Estados Unidos siguieron el mismo ejemplo que los franceses, y para la Segunda Guerra Mundial ya existían varios tipos de estos estampados, que además de servir como táctica de disfraz y ocultamiento, eran de suma utilidad para reconocer los uniformes de cada nación, aún lo son. Así, Estados Unidos se hizo conocido por el diseño Woodland usado en países como Ghana, Zambia y Uganda, al igual que el estampado líneas de tigre y el choc chip camouflage (inspirado en galletas de chip de chocolate), para combatir en la Guerra del Golfo. A los británicos, en cambio, se les adjudica el diseño del Disruptive Pattern Material o DPM.
En orden: Diseño galleta Guerra del Golfo, DPM británico, Woodland, Tiger Stripes y Woodland pixeleado.
El paso de los estampados de camuflaje a la calle y las pasarelas ocurrió luego de que la estrategia de supervivencia pintada a mano comenzará a volverse obsoleta en la década del 60. La tecnología militar avanzó en otro camino, y las revistas de moda comenzaron a notar su influencia. Según el editor de modas de Vogue Hamish Bowles, de la moda militar se habló por primera vez en 1943 para explicar qué era el camuflaje militar en la moda femenina y luego en 1971, cuando se imprimió el primer collage con mujeres vistiendo camuflaje en las calles.
Imágenes Vogue Italia entre 1959 y 1878.
El mundo del arte también retomó la técnica del camuflaje en el periodo post guerras, siendo Andy Warhol uno de los casos más emblemáticos con sus pinturas tituladas “Camouflage” (1986) y su autoretrato del mismo año.
Paul Smith, Yohji Yamamoto, Jean Paul Gaultier, Christopher Kane y Junya Watanabe, entre otros, son algunos de los diseñadores que incluyeron el camuflaje en sus pasarelas del último tiempo. Así lo hizo Yamamoto en 2006 y 2013, y Junya Watanabe en 2010 para colecciones ready to wear. Pero fue el atuendo de Jean Paul Gaultier “Les Indes Galantes”, el mismo que se tomó el escenario de la alta costura de París en el 2000 (al principio y final de este artículo), el que quedó como uno de los diseños contemporáneos más memorables y únicos de este estilo de vestir.