Hace rato que vengo viendo en desfiles y fotos esta falda larga, más bien ajustada al cuerpo, que de la rodilla hacia abajo se abre con volados de tela que llegan hasta el tobillo.
Hace algún tiempo mostré en revista Mujer un adelanto de esta tendencia, a través de una entrevista a la diseñadora Rosario Riveros, de Duende Capitalista (con fotos tomadas por Julio Donoso). Estas eran fabricadas con telas rígidas, como de tapiz, en mezclas de líneas con flores. Un mix algo visto, quizás, pero no por ello deja de ser interesante. Y no eran cien por ciento de pastora, ya que comenzaban a enancharse desde más arriba de las rodillas. Pero tenían el mismo aire de las que he ido viendo después.
Ahora, durante mis días en la feria Colombiatex, de Medellín, fue tema al menos dos veces. La primera, en el desfile que realizó la delegación brasileña, con piezas de los diseñadores Cynthia Hayasi y Gustavo Silvestre. En este caso, la materia prima fue el jeans, también en una suerte de patchwork. Luego, Catalina Marin, la chica que WGSN (la consultora de tendencias más importante de moda), habló sobre las 10 prendas clave del 2011 y mencionó a esta falda en primer lugar, como opción perfecta para “looks como de romance pastoral”.
Yo no puedo usarla. No es compatible con mis piernas cortas y con mi “pantalón de montar”. Pero las encuentro bien lindas, sobre todo por lo femeninas. Me remiten un poco al look All American de comienzos de siglo en Estados Unidos, y también al estilo My Fair Lady (en la escena de las carreras).
