La dinastía del Pop ha recibido a varias participantes en los últimos años bajo el nombre de reinas o princesas del Pop. Entre ellas hay una que ha destacado tanto por sus canciones que han alcanzando los primeros lugares de los rankings como por su look naïf, su cabello rubio perfectamente peinado y su estilo preppy. Todo este conjunto es la clave del éxito de la veinteañera Taylor Swift, la artista estadounidense que transformó el estilo country en una moda del siglo 21.
Amado por algunos o repudiado por otros, Taylor Swift ha desarrollado un estilo personal y único. Pareciera poseer un don para modernizar piezas vintage y marcar tendencia con ellas. Ha confesado que cuando tenía 15 años le encantó la idea de combinar un vestido con botas vaqueras, repitiendo la combinación por cerca de dos años, hasta que llegó a su vida la inspiración bohemia, las hadas, las diademas de flores y las telas vaporosas, look con el que la cantante hizo sus primeras apariciones en vivo.
Ha definido su estilo como femenino, clásico y experimental. Fanática de pintar sus labios de rojo, Taylor ha evolucionado últimamente hacia algo más sexy que denota su crecimiento, pero sin perder esos toque inocente que tanto la caracteriza. Camisas Oxford, pantalones Capri, zapatillas de lona o shorts a la cintura: todas prendas básicas de su clóset.
Sus más recientes apariciones en alfombras rojas, programas de televisión o sus propios videoclips y conciertos poseen una nueva perspectiva a la hora de vestirse: aunque permanece mucho más recatada que varias de las artistas de Hollywood, su paulatino destape ha dado que hablar, transformándola hoy en un ícono de la moda y un referente para muchas adolescentes.
Con su ultimo disco, RED, ha demostrado la evolución de su estilo. Sus shows son más glamorosos y con toques más rockeros. Atrás quedaron tantas flores y sus tan reconocibles bucles adolecentes. Hoy opta por un look ultra femenino, el cabello liso y prendas cómodas pero arriesgadas, que la transforman en un referente cercano y adoptable por sus propias seguidoras.