Historias de culturas, de amor y sacrificio se esconden detrás de cada prenda ideada y confeccionada por Claudia Aragón, la diseñadora proveniente de Cusco que destaca dentro de la escena del diseño de autor peruano por sus creaciones fuera de esta orbe. Y es en que cada una de sus piezas Claudia recuerda y reinterpreta las siluetas y tradiciones de sus antepasados cusqueños —como celebraciones religiosas, objetos de valor histórico y el legado e inspiración de sus propios familiares— para luego sumar gráficas, colores y cortes llamativos y modernos. El resultado es una indumentaria mestiza que habla sobre la mujer peruana incaica y la estética y funcionalidad de nuestros tiempos.
Solo dos años lleva Claudia Aragón al mando de su colección de indumentaria. Y es que antes de dedicarse a esto, Claudio estudió Psicología sin saber que en realidad su destino estaba dedicado a la investigación cultural y la creación de prendas. “A finales de 2013 un amigo me comentó sobre el concurso de Jóvenes Diseñadores FLASHMODE, que lo organiza la Alianza Francesa de Lima. Postulé, quedé finalista junto a otros 7 jóvenes talentos y lancé mi primera colección “Protección, Fe y Poder”, empatando en el primer lugar de la categoría “Cusco Allways In” con Jessabel Paulino”, nos dice Claudia, enfatizando que fue esta experiencia la que la llevó redirigir su camino por el escenario del diseño de vestuario, especializándose posteriormente en áreas como estilismo, asesoría de imagen y gestión de moda en Mod’ Art Perú y Universidad del Pacifico.
Claudia Aragón por Diego Suárez
“Todas las colecciones salen de mi imaginario, pero cuento con un grupo humano denominado Equipo Fucsia con los cuales saco adelante las colecciones. Ellos son muy importantes para mi, porque lo es imposible no nombrarlos: Roberto Peremese, Rossana Coronel, Jesús Roldán, Julio Romero y Laly Canchaya, Karla Sánchez, amigos y familia que se comprometen con todo desde un inicio hasta el final”, agrega.
-¿Cómo defines el estilo de tus diseños?
-Todo lo que hago tiene un porqué y está estrechamente ligado con la cosmovisión andina, mi fe, mi familia e identidad, por lo que es básicamente plasmar mi mundo interior y mis vivencias en Cusco en las prendas. La mujer andina usa formas grandes en sus faldas, por lo que el volumen es parte de la inspiración para mis siluetas. En definitiva, el estilo y la forma son una proyección de mi misma y de tener formas grandes en el cuerpo, como mujeres guerreras, como escudos de protección en forma e ilustración.
-¿Qué significado tiene para ti Cusco?
-El hablar de mi tierra me llena de orgullo, es una sensación indescriptible. Para mi Cusco es el mundo, es el inicio y el fin de Claudia Aragón como persona y como marca, toda mi vida de niña y joven está allí; las personas que más amo, mi madre y toda mi familia viven ahí por lo que es mi fuente interminable de inspiración. En cada viaje aprendo más cosas sobre la cultura oral de mi tierra, aprendo a leer mazorcas de choclo o a tejer en telar a cintura, etcétera.
Colecciones y proceso creativo
-¿Hay alguna particularidad especial que defina a tu proceso creativo?
-Cuando me siento a crear me gusta estar en contacto con mi tierra, escucho mucha música Sacra en Quechua, eso me ayuda a concentrarme y remontar mi mente al lugar que me inspira. Una parte importante de mi proceso creativo es conversar, escuchar historias, estar en una festividad y sentirme parte de algo que mueve a más personas. Me encanta pasear por el Emporio Comercial de GAMARRA, tomar fotos de texturas, colores, interactuar con la gente.
-¿Cuántas colecciones llevas a tu haber y de qué trata la más reciente?
-A finales de noviembre lanzo mi segunda colección denominada “SAPHY” (raíces en Quechua) la cual realicé en colaboración con un grupo de mujeres muy talentosas, agrupadas en una ONG que lleva el nombre “Casa Yanapana” de la comunidad de Mollepata en Cusco. Esta colección es muy diferente a la primera ya que uso alpaca y trabajo enteramente a mano, con prendas hechas en telar a cintura y tejido a palitos, predominando el color negro como en la anterior colección. SAPHY está inspirada en mi abuela Dionicia, quien era de esta comunidad y en Tocapu número 1 que usaba el Inca Pachacutec antes de ir a la guerra como símbolo de protección. Las siluetas son grandes como en toda la línea de mi marca.
Hace poco también lancé una línea de sombreros en honor a mi abuela Rosa, una mujer muy fuerte que murió cuando tenía 105 años, mayorista de verduras en uno de los mercados más grandes de Cusco. Me inspiré en ella porque de niña la veía usar sombreros que ella misma bordaba a mano.
-Por último, ¿qué proyectos paralelos tienes y qué depara para Claudia Aragón en el futuro más cercano?
-La segunda colección SAPHY y para marzo del 2016, mi tercera colección inspirada en Qoylloriti, una festividad llena de energía y fe que se realiza a más de 4.500 m.s.n.m en Cusco. Hace poco también estuve bordando un sudario para el Señor de Los Temblores, el patrón jurado del Cusco. Lo hice por encargo de mi tío ya que lo iba a dar como ofrenda al Señor en sus festividades. Para mi fue un honor y un privilegio hacer el sudario con la ayuda de mi amiga y diseñadora, Jazmín Perea. Hacer algo por motivo de mi fe, me hizo sentir inmensamente feliz.
Imágenes cortesía de Claudia Aragón.