Durante los años ’60, Valentino Garavani cimentó su importancia en la moda al mostrar elegantes trajes y originales colecciones; una de ellas era la Sala Bianca, llena de vestidos y propuesta que iban solo en el blanco. Muchos años después, Pier Paolo Piccioli y Maria Grazia Chiuri repetirían la aventura en Nueva York y ahora Piccioli decidió mostrar una colección compuesta por casi puros trajes en rojo nada menos que en Tokio.
La magia de Valentino venía también en forma de propuestas masculinas. La anticipación era alta, ya que luego del desastre de Dolce & Gabbana con el mercado asiático, se esperaba algo mucho más “amigable” para con los países que más consumen lujo en el mundo. Así, cuando Piccioli anunció esta aventura, las redes sociales se inundaron de sneak peaks y detalles como las invitaciones, algo que hasta @diet_prada aprovechó de mostrar.
¿Y cómo fue la colección? Más o menos vuelos en todos los detalles, trajes largos y amplios y uno que otro toque urbano en medio de romanticismo. También hubo denim, blanco y negro, pero sobre todo, muchísimo volumen en lo que es un nuevo paso de la casa italiana en Asia, inaugurando su tienda de Ginza con todo el apoyo de rostros locales y modelos como Kaia Gerber.
Fotos: Runway.