Estamos llegando a fin de año y los recuentos y reconocimientos de lo mejor y peor del año se vuelven una tradición. El 2013 ha estado marcado por varias polémicas e intervenciones en el mundo de la moda en cuanto a la figura, la aceptación del cuerpo y el mundo del peso y las tallas. Actores, cantantes, modelos o iconos de moda se han unido a la cruzada por la aceptación de tallas distintas a la polémica talla 0, apelando por cuerpos sanos sin importar la talla que eso signifique. Hoy revisaremos el camino de una de las actrices que se ha transformado en icono favorito del concepto de cuerpo sano y que se ha auto impuesto el objetivo de no dejar que la presión de la moda y el espectáculo la hagan tener que dejar de comer o matarse en el gimnasio: Jennifer Lawrence
La actriz de 23 años, famosa por su participación en Los juegos del hambre y acreedora de un Oscar ha sido muy clara y directa sobre su resistencia a la presión del mundo del espectáculo por ser extremadamente delgada. No tiene problema en conversar sobre su gusto por la comida e incluso se ríe cuando en entrevistas la etiquetan de “buena para comer”. “Yo como, como lo que hay que comer, lo que un cuerpo tiene que comer. Si mis colegas no comen, ellos son los que debieran ser etiquetados de malos para la comida”
Jennifer confesó que al comienzo de su carrera fue fuertemente presionada para bajar de peso y de las maneras más crueles. Sufrió desde burlas hasta amenazas de despido si no bajaba de peso “Yo era joven. Fue esa clase de cosas que por las que las actrices deben pasar”, contó en una entrevista para Harper’s Bazaar UK. “Me dieron fotos de mí donde estaba básicamente desnuda y me dijeron que las usara como motivación para mi dieta”, se atrevió a revelar sobre los consejos que recibía para bajar de peso y poder tener éxito en la industria.
Hoy en día, con la fama que ha ganado y el apoyo de cientos de fans a su clara idea de mantenerse sana, se ha transformado en un icono Hollywoodense de la “no dieta”, y se mantiene firme en decir que no le importa cuantos reconocimientos pueda tener, pero nunca más alguien la hará bajar de peso bajo presión y mucho menos la hará sentir que ella está equivocada al pensar de este modo.
” En Hollywood, soy obesa. Me consideran una actriz gorda. Yo ceno como un hombre de las cavernas, voy a ser la única actriz sobre la que no se rumoree sobre una posible anorexia. Nunca me voy a morir de hambre por un papel. No quiero que las niñas digan que quieren ser como Katniss y no coman su cena”
Estamos de acuerdo contigo, Jennifer.