Patou por Christian Lacroix
Entre Schiaparelli, Vionnet y recientemente, Poiret, las grandes casas de la época dorada de a moda ha visto resurgir su popularidad con frescas inventivas. El glamour y elegancia del pasado se fusiona con ideas de directores creativos nuevos, quienes han actualizado de manera exitosa las etiquetas. Y ahora bajo el conglomerado LVMH, Jean Patou será la casa que verá nuevamente la luz, todo a cargo del joven diseñador Guillaume Henry, quien antes pasó por Carven y Nina Ricci.
Aunque debamos esperar hasta el segundo semestre del 2019 para ver cómo será la primera colección, aun podemos repasar la rica historia de esta casa que rivalizó fuertemente con Chanel a principios del siglo XX. Jean Patou fundó la casa en 1910 y consiguió grandes hitos en su marca: durante los años ’20, la gran Josephine Baker vistió casi exclusivamente con sus suntuosos y glamorosos vestidos, con los que se dejó fotografiar en reiteradas ocasiones. Las revistas tampoco le perdían el ojo a las colecciones, mientras los directores creativos de la firma fueron grandes nombres de nuestra historia actual.
Entre 1954 y 1956, Marc Bohan dejaría su huella en Jean Patou para luego trasladarse a Dior. En 1959, la casa presentaba a su flamante nuevo diseñador, un joven Karl Lagerfeld; pero Karl, coincidiendo con su sello característico, dejaría el puesto en 1960 aludiendo que “no quería estar a la sombra de una casa”. Entre 1971 y 1973, Jean Paul Gaultier trabajaría en los diseños junto a Michel Goma, quien en los ’80 se haría cargo de Balenciaga. Y la última gran era de gloria de Patou fue entre 1982 y 1987, cuando Christian Lacroix sorprendió a todos con su estilo, el cual lo impulsó a fundar su propia firma. Ahora esperemos que Henry sepa dar en el clavo e imprimir de sangre fresca un clásico de siempre, el cual tiene además al perfume Joy como a fragancia más importante del siglo XX.
Fotos: L’Officiel Paris, Zimbio.