David Bailey fue uno de los principales impulsores en la carrera de Jean Shrimpton. La modelo inglesa, cuyo sobrenombre era “The Shrimp”, se convirtió en el delicado cisne que encarnó la parte más elegante de los ’60, aquella que la mantuvo como rostro de distintas marcas, entre ellas Revlon. Uno de los sellos distintivos de Shrimpton bajo el modelaje, según Bailey, era el posar con un oso de peluche, algo que mostró a través de diferentes editoriales. Para 1992, Kate Moss era la nueva reina adolescente de la industria y el fotógrafo Lance Staedler la hizo posar para la revista Glamour, también llevando un oso de peluche, al más puro estilo Shrimpton.
¡Este “It’s not the same but it’s the same” forma parte de la nueva edición de RevisteLaCalle9! Descubre más historias como estas en la nueva edición de nuestra revista de colección, en www.revistelacalle.com.