¿Cómo nos vestimos actualmente?, ¿cuáles son los códigos que se nos imponen o que nosotros mismos estamos desarrollando en cuanto a estilo, para expresarnos libremente a medida que avanzamos con nuestras vidas?, ¿qué ocurre con los códigos religiosos, políticos o culturales? y ¿cuál es la simbología que se oculta tras una corbata? Tales son las preguntas que el investigador y escritor del libro “I am Dandy: The Return of the Elegant Gentleman” (2013), Nathaniel Adams, analiza en esta charla TEDx realizada a fines del año pasado en Estados Unidos y que hoy queremos compartir con ustedes.
En palabras del propio Nathaniel Adams, lo que hoy reina en el contexto sociocultural de la moda es la libertad sartorial. La opción de no tener que atenerse a códigos mandatorios estrictos de vestimenta, salvo que nosotros lo estimemos pertinente dados nuestros roles u ocupaciones sociales y creencias religiosas.
Es precisamente bajo ese contexto que Nathaniel comenzó con sus investigaciones sobre Dandis, corriente masculina que agrupa a hombres muy refinados en su manera de vestir, que lo llevó a descubrir que un movimiento completamente libre y abierto: Dandis hay de todas las edades, clases sociales y orientaciones sexuales. Ejemplo de ello son los hombres norteamericanos retratados en “I am Dandy: The Return of the Elegant Gentleman”, donde se muestran desde empresarios hasta diseñadores y los distinguidos pero humildes sapeur del Congo.
“La única manera para que todos se vistan mejor, no es copiándole al de al lado (…) antiguamente se lograba imponiendo códigos de vestir obligatorios”, o dress codes, los cuales hoy no tienen sustancia ya que cualquier cosa, incluso el estilo, se pierde una vez que se vuelve mandatorio. Por eso Nathaniel explica que no hay mayor libertad que vestir una corbata cuando la persona descubre su voluntad por lucirla. Para él, la corbata es el simbolismo sartorial por excelencia, ya que por siglos ha sido tanto un símbolo de conformidad —obligatoria para cualquier profesión relativamente seria— como un collar de esclavitud para los más críticos, a su vez de que “en Irán, es ilegal vender corbatas puesto que se considera un símbolo de decadencia occidental”. Pero los Dandis la visten como expresión de personalidad interna, habiendo infinitas combinaciones y diseños posibles.
¿Qué pasa con las mujeres?
Con las Pussy Riots, el Free Niple Movement y el Slut Walk —ese que surgió en Toronto, en 2011, luego de que la policía de esa ciudad sugiriera a las mujeres no vestirse como prostitutas para evitar ataques sexuales; acto seguido ellas salen a las calles a marchar y protestar vestidas como tal—, Nathaniel explica de que no son las mujeres las que tienen que vestirse de manera “modesta” para prevenir agresiones físicas o sexuales, sino que es responsabilidad de los hombres el respetar la libre expresión femenina de que ellas puedan vestirse como quieran.
Por otro lado, ¿qué pasa con las tradiciones religiosas que prohiben mostrar el cuerpo y que imponen prendas como el yihabb? Pues, de acuerdo a Nathaniel, si aquella mujer opta por la decisión de hacer suya esa creencia religiosa, convirtiéndola en su voluntad, entonces ella está haciendo lo correcto. “Las personas deberían preguntarse si acaso es más ofensivo que un policía le sugiera a una mujer que debe vestir de manera modesta, o que lo diga un clérigo o un libro religioso… ¿O es que acaso estos temas están exentos de crítica en términos de sensibilidad cultural o relativismo”.
Consentimiento Sartorial
“Creo que el problema se reduce a encontrar un consentimiento sartorial (o de vestir). ¿Las personas están vistiendo estas estas prendas por su libre voluntad? Si ése es el caso, entonces no hay problema. ¿Estas personas están siendo presionadas por sus pares, grupos sociales, clérigos o incluso su familia, para vestirse de cierta manera? Entonces sí existe un problema; no hay libertad de elección propia.
Personalmente estoy en contra de todos los códigos de vestir, sean estos culturales, políticos o religiosos y no veo ninguna contradicción entre defender el derecho religioso de una mujer de seguir un código de indumentaria y criticar el mismo código. Me reservo ese derecho.
También creo que ustedes deberían cuestionar los motivos de cualquier persona o ente que les diga cómo vestir (…) El simple acto de una mujer poniéndose pantalones o un hombre usando una corbata pueden marcar una diferencia en ciertas situaciones, y estos son derechos que deben atenerse a todas las personas, en todos los lugares y en todo momento.
Hoy vivimos en un tiempo sin precedentes para la independencia sartorial y libertad de elección, pero ¿qué tiene de bueno si no la ejercitamos? Ante eso les digo: vístanse un poco más atrevidos, revelen su Dandi interno. Nuestros derechos se ejercen por ejemplo y mientras más personas se vistan de manera audaz e innovadora, que ejerzan su derecho de expresarse ellos mismos a través de la ropa, entonces más personas se sentirán empoderados a hacer lo mismo. Esta vida tan corta es una ocasión muy especial y debiéramos vestirnos para ello”.
Fotos: Capturas YouTube