Si la década de los 60’s comprendió el comienzo de un camino hacia la libertad, el decenio posterior es la consolidación de aquello manifestado en todas los aspectos del hombre incluyendo el vestuario.
1. Se inaugura con la prolongación del pop y el op art y el apogeo del movimiento hippie. La minifalda, luego de aparecer fuertemente desde 1965 (ver artículo), hacia 1970 comienza a ser lentamente sustituida por una pollera más larga, propuesta por Yves Saint Laurent, y el pantalón “pata de elefante”. Esto es parte del proceso de “distensión” de la silueta femenina, donde la contorneada figura del período cambia a una más rectangular construida por las blusas y vestidos tipo túnica, pertenecientes al hippismo inspirado en el vestuario oriental, según revisamos hace algunos artículos atrás. Y como no, si esta es la época del destensar… donde el idealismo social y político predominaba generando cambio y controversia.
2. Con respecto a las texturas en los textiles se observa una tendencia hacia los colores fuertes, las formas geométricas, los estampados floreados y a la fusión entre todos estos elementos, dando origen a la psicodelia en el diseño textil. El origen de este modo proviene también de la necesidad de generar “ruido visual” absolutamente atingente a la postura revolucionaria de la época.
3. Se instaura el uso del bikini, el monokini y el nudismo, que también causan revuelo. El destape del cuerpo “revela rebelándose”.
4. El gran formato, en objetos pequeños que cubren el cuerpo, prima: relojes, bisutería (collares y pulseras) y anteojos.
5. En cuanto al calzado se observan tres posturas al respecto:
– Zapatos y sandalias de gran altura;
– Alpargatas de cáñamo;
– Zuecos de madera, que hacia 1972 aparecen como un importante símbolo feminista en las protestas.
6. En relación al modo masculino, la exageración protagonizó la propuesta: trajes en tonos más claros, camisas con largos y grandes cuellos en punta, además de patillas prominentes en lo que concierne al peinado.