Desde la muerte de Frida Kahlo en 1954 su armario estuvo cerrado para el conocimiento público por instrucciones específicas de Diego Rivera. Si bien la prohibición suponía extenderse sólo hasta 1969 no fue hasta el año 2004 que realmente alguien accedió a él por primera vez, momento en que se decidió abrirlo para catalogar, restaurar y clasificar las prendas a modo de exponerlas en la Casa Azul, museo donde se exhiben varios objetos relacionados a la vida y experiencias de Frida. Ishiuchi Miyako, una fotógrafa Japonesa fue invitada México a registrar el acontecimiento donde se encontró con más de 300 piezas a las cuales registró cuales radiografías de la vida de Kahlo. Hoy esas fotografías han salido a la luz como “Frida” en el centro de arte Michael Hoppen en Londres desde el 13 de Mayo hasta el 12 de Julio.
La estética que Frida nos dejó es innegable. Desde sus retratos hasta sus ropas y accesorios, todo lo que envolvía al mundo de Frida se convirtió en un icono de la cultura. Siempre rindiendo honores a la jerarquía matriarcal de la que provenía Frida utilizaba su ropa a modo de camuflar sus múltiples discapacidades a raíz de varios accidentes, no dejando que estos se convirtieran en razones para disminuir sus capacidades. Es ahí donde encontró la alucinante estética que hasta el día de hoy destacamos.
Lo interesante es ver como con el paso del tiempo y la aparición de nuevas dolencias o discapacidades sus prendas parecen ser más elaboradas y detalladas. Tanto sus faldas y guantes como sus gafas e incluso su pierna ortopédica, todo queda al descubierto en esta exposición donde además de dar un paseo por el armario de Frida es posible ser testigos del paralelo que Ishiuchi hace entre estas prendas y algunas de las vestimentas tradicionales de su natal Japón. “Frida siempre recibe la atención por sus aspectos extraordinarios, pero entrar en contacto con su lado ordinario despertó mucho mi imaginación y me inspiró” declaró Ishiuchi, quien intenta mostrar la intimidad de una mujer vista desde el punto de vista de otra para compartir los detalles más íntimos de las cicatrices que Frida nunca intentó mostrar.
Imágenes: Observer.com