Una figura inmortal y controversial, inconformista y revolucionaria. Así podríamos definir al artista Leigh Bowery, quien durante años se estableció como un club kid con ambición propia y un ímpetu que lo llevó a posicionarse como uno de los más originales personajes que han alimentado la moda, llegando a inspirar a Alexander McQueen, John Galliano, Rick Owens y muchos otros más. Ahora, queremos destacar los diseños que él mismo llevó como parte de su performance, la cual se convirtió en su vida misma.
Desde muy pequeño, Leigh tuvo ansias de realizar algo muy diferente a lo que hacía el resto de sus compañeros de curso. Así siguió el camino de la moda, estudiando Diseño de Vestuario en Australia y trasladándose a fines de los años ‘70 a buscar suerte y locuras a Londres. Con Mr. Pearl, el gran artista del corset, pudo plasmar algunas de sus fantasías más locas y también incómodas, vistiendo trajes de plástico, piercings en la cara, máscaras y lentejuelas por doquier. Bowery forjó una pequeña fama como club kid en pleno auge de los new romantics y llegó a instalar su propio club llamado “Taboo”, el mismo que sirvió de base para una obra de teatro estrenada después de su muerte y protagonizada por uno de sus contemporáneos, Boy George.
Leigh llevó su arte al extremo adaptando cientos de trajes con distintos volúmenes e intenciones. Desde vestidos floreados completos y enteritos de una pierna, hasta cascos y maquillaje azulado formaron parte de sus apariciones, que lo llevaron a consagrarse también en revistas como The Face y ser fotografiado por Nick Knight. Pero lo más importante es que todo su legado puede ser encontrado en Internet y que existen grandes similitudes entre las propuestas de la moda actual y lo que Bowery hizo hace más de treinta años atrás.
Fotos: Darkcornerbooks, superrad, Fashion Blossom, Wasted Glory.