Quienes han tenido tiempo de sentarse a ver los documentales sobre moda disponibles en Netflix, de seguro han visto por ahí el nombre de “House of Z”, la historia sobre el ascenso rápido y caída del otrora pequeño genio de la moda: Zac Posen. Quien hoy está instalado como juez en “Project Runway”, fue uno de los nombres más promisorios y brillantes de la industria y lo demostró con creces en su primer show, el año 2002.
A los 21 años, ya había causado estragos diseñando vestidos de fiesta que sus reconocidas amigas it girls neoyorquinas llevaban a eventos. La actriz Jemima Kirke –Jessa de Girls-, es una de sus más cercanas musas, mientras Paz de la Huerta, la misma de Boardwalk Empire, apareció hasta en la prensa destacada por su hermoso traje mucho antes de convertirse en afamada actriz. Y así, Posen armó su show contando nada más ni nada menos que con varios nombres reconocidos en el camino: Manolo Blahnik confeccionó sus zapatos, sus amigas famosas caminaron en la pasarela pero además, estrellas del modelaje y celebridades asistieron.
Era la temporada de Fall/Winter 2002, en pleno invierno neoyorquino, cuando Posen mostró todo su talento y reminiscencias vintage en el vestuario. Karen Elson abrió el show, seguida de la queridísima Bimba Bosé. Paz de la Huerta, Sophie Dahl, Jemima Kirke, Erin O’Connor y otras grandes del modelaje siguieron, acompañando una fama que ya se había ganado y que había despertado curiosidad. Corte al bies, elegancia y al mismo tiempo atrevimiento marcaron la jornada, donde quedó de manifiesto que su brillo era real pero aun así, su caída fue más estrepitosa como mostraría el mismo documental.
Fotos: Runway.
