Fue sin lugar a dudas la revelación de la gala del Festival de Viña de este año; mientras los televidentes y la prensa esperaban a las mujeres elegantes de siempre, fueron las estrellas juveniles Gianella Marengo, Carolina Mestrovic, la conductora del Tiempo en CHV, Natalia Schreiber y la actual Reina del Festival Valeria Ortega, quienes realmente destacaron. Un vestido rojo, uno dorado y uno rosa se impusieron ante el McQueen o los Luciano Bráncoli que llevaron el resto de las asistentes, y pronto todos comenzaron a tomar en cuenta el nombre de Claudio Mansilla, autor de los modelos. Desde su infancia en Puerto Natales, donde veía a su madre modista trabajar entre el ruido de las máquinas y de los hilos, hasta su decisión de estudiar mención en Vestuario, han pasado 12 años de experimentaciones, que tienen siempre su ojo sobre la alta costura. Y con esta entrevista, incluso nos deja un adelanto de su próximo catálogo, que estará disponible dentro de poco tiempo en www.claudiomansilla.cl.
¿Qué te llevó a convertirte en diseñador de vestuario?
Mi madre ha sido modista de profesión toda su vida, y sin querer me vinculó al tema que pasó a ser algo innato, ya que crecí en el taller entre las operarias y el ruido de las máquinas. Cuando egresé del colegio, siempre tuve claro que lo mío era seguir el camino de las artes: pintar, dibujar y más aun con el apoyo de mi familia, que siempre potenció mis habilidades artísticas y no me hizo sentir culpable por no seguir una carrera tradicional.
¿Qué diseñadores o estilos te inspiran a la hora de crear?
Creo que un diseñador nunca termina de encontrar una identidad y siempre hay formas o líneas que te identifican. Por mucho tiempo admiré a Valentino, y ahora a los libaneses Elie Saab y Zuhair Murad.
Llevas 12 años en el circuito de la moda. ¿Qué sentiste luego que este breve paso por la Gala de Viña te haya dado a conocer de manera instantánea ante la prensa y público?
No me imaginé el golpe mediático al que me estaba exponiendo, ni a los favorables resultados que iba a obtener. Mi trabajo fue estratégico, opté por vestidos con ricos materiales y terminaciones, que junto a la simpleza destacan mi manufactura y buen calce. Siempre cuidé de no excederme en ornamentos, o de llegar a la saturación, preferí la simpleza del buen calce.
¿Por qué crees que fuiste el gran triunfador entre los diseñadores de esa noche?
Creo que la estrategia de la simpleza fue buena, y significó un cambio para los rostros con los que trabajé, que al final fue positivo: a cambio de la imagen juvenil que ellas proyectan a diario, potencié la sofisticación y la feminidad.
Con toda la crítica que ha surgido en torno a la gala de Viña, ¿Qué crees tú que hace falta para que tenga un nivel superior?
Para que tenga un nivel superior, se deben conjugar muchas cosas pues cada uno de los detalles deben ser importantes. Desde la locación, pasando por el maquillaje, peluquería, vestuario, iluminación, cada detalle importa, pero para llegar a un producto de calidad y obtener un nivel superior, debe existir disciplina. Tenemos referentes internacionales para este tipo de eventos, hay que ser ambiciosos al mostrar lo mejor que tenemos o podemos hacer.
¿Qué te parece que un diseñador que contribuyó con vestidos de algunas de las peor evaluadas haya estado encargado de criticar al resto en la gala?
Me parece bien, pero yo no lo haría.
Cuéntanos acerca de tu nueva colección ¿Cuál es el concepto y en que se basan sus piezas?
No tengo una línea definida, hago solamente lo que me gusta y a la hora de preocuparme por las terminaciones busco puntos de conexión. Lo próximo será un pret-a-porter de lujo, dirigido a un estilo urbano y dedicado a mujeres que buscan una identidad en prendas funcionales.
Si pudieras vestir a una mujer, de cualquier época o lugar, ¿quién sería?
La cantante italiana Mina Mazzini, ícono de la moda de todas las épocas.
El New York Fashion Week y la semana de la moda de Madrid fueron criticadas por carecer de nombres o colecciones fuertes. ¿Qué piensas acerca de los diseñadores actuales, sobre todo en propuestas y originalidad?
Me gustaría que los diseñadores actuales fuesen intelectuales de la moda en sus propuestas, que reflejaran la contingencia, la política y la economía para encontrar la razón de cada línea.
De los diseñadores chilenos, ¿a quiénes admiras y por qué?
Admiro a la señora Laura Rivas, referente para muchos ya que ha sido la única que ha expuesto en Paris. Me identifica el que odiara la palabra “diseñador”, ya que el título correcto es costurero y define a quien sabe manipular, hacer moldaje y coser hasta tener un producto terminado y no solo a quien sabe bocetar. Rivas fue además una de las gestoras de la Cámara de alta costura, que lamentablemente ya no existe.
Luego del éxito del último tiempo, cuál es el camino que seguirá y espera seguir Claudio Mansilla Couture?
Seguir trabajando, a través de un desafío constante conmigo mismo y por ahora dentro del mercado nacional.