Fotos: @g.o.l.o., @claudiamaturana, @_lodp, @girlkey, @neo2_magazine, @pablopaniaguaphoto, @soniasabnani, @worldphototraveller.
No ocupan ni algodón, tul o cuero pero sí PVC, silicona y fibra de vidrio. Muchas veces cambian la máquina de coser por una impresora 3D, las agujas por una pistola de silicona y las tijeras por una cortadora láser. Elena Zapico y Raquel Buj, @zap_buj en Instagram, están revolucionando el diseño textil en España, con propuestas arquitectónicas que responden a lo que ellas llaman “alta costura tecnológica”.
Las ganadoras del Samsung Innovation Project 2017, abrieron una puerta a la aplicación de la tecnología e interacción con ella y con esto han logrado instalarse como unas de las finalistas de Vogue Who’s On Next, el mayor premio a la moda en España, entregado por Vogue España. Desde este escenario, pretenden seguir investigando y experimentando en las pieles tecnológicas, además de continuar con su apuesta colaborativa en el que las modistas, los ingenieros expertos en electrónica o robótica, arquitectos y diseñadores conviven con un mismo fin: “Fusionar la tecnología y lo artesanal para potenciar el valor de los objetos o de la ropa”.
¿Cómo se tomaron el ser seleccionadas finalistas de Vogue Who’s On Next?
Esta es la segunda vez, entonces vamos con lo aprendido del año pasado, con la idea de que tienes que pasar más filtro y pensar en un dossier . Ser finalistas lo tomamos con prudencia, nos ilusiona mucho, pero por otro lado sabemos contra los diseñadores que competimos. Es ilusionante y por ser la segunda vez sentimos que tenemos más posibilidades. De todas formas, ya es un logro que se fijaran en nosotras, sobre todo porque tenemos un perfil más tecnológico y poco tradicional.
¿Y ustedes creen que el futuro de la moda va por su área?
Sí, nos parece que puede aportar otra visión, otras materialidades y otra forma de desarrollarse con nuestra piel. Es una manera de expresión totalmente distinta, y que puede traer otras funcionalidades que no sean solo estéticas.
¿Pese a la inclusión de la tecnología, siguen considerando su trabajo artesanal?
Sí, porque finalmente nosotros combinamos ambas técnicas para lograr un mayor valor de la prenda. Nos interesa la dualidad, el estar cosiendo y al minuto siguiente con una pistola de calor o un circuito estar moldeando. Creemos que es la mezcla lo que va generando nuevas materialidades, y es más contemporáneo.
¿En qué minuto deciden partir con esto?
Nos conocimos en un máster y en ese máster nos dimos cuenta que teníamos un interés común y ganas de presentarnos en concursos. Empezamos a presentarnos y el más importante fue Samsung Ego Mercedes Benz Fashion Week Madrid, donde nos becaron con dinero para realizar una colección. Ahí fue donde más publicidad y arranque tuvimos, lo que nos hizo reafirmar nuestra decisión.
¿Y este año habrán más desfiles?
La verdad es que nos hemos dado cuenta que al tener unos trajes que requieren mucho tiempo, innovación y trabajo, creemos que nuestros modelos no pueden presentarse a todas las temporadas, son más atemporal. Finalmente cogemos la pasarela como una plataforma que nos da vitrina, pero según la vamos necesitando. Además la pasarela no da tiempo de explicar el trabajo que hay detrás, que estamos hace meses investigando en un laboratorio, la gente no se da cuenta de eso.
Este año nos gustaría hacer algo más cercano al show, donde se luzcan más las piezas, con bailarinas, porque hay ciertos trajes que les van bien a ellas, lo interpretan y nos gusta eso de no controlar todo sobre la pasarela y que las modelos fluyan.
¿Cómo definirían su trabajo?
Colaborativo, nos interesa todo y para llevar a ese nivel técnico es necesaria la ayuda. Nos hemos apoyado en directorios, en personas entendidas en controlar la electrónica, en corte láser y programación, porque hay trajes que están construidos con un hilo al que le podemos decir cuándo moverse. Nosotros podemos conocer la tecnología pero necesitamos concretarla.
¿Y es difícil concretar sus ideas o los diseños que surgen en su cabeza?
Es complicado y muchas veces tienes en tu cabeza un movimiento de los trajes, pero cuando empiezas a hacerlo te das cuenta lo difícil que es que se mueva medio centímetro. Entonces vamos bajando la idea a medida que nos encontramos con la realidad.
¿Cuál es su público objetivo?
Primero para la gente interesada en la innovación y con ganas de arriesgarse. También pensamos en cantantes, en algo a nivel espectáculo e incluso escenográfico. Pensamos en perfiles como Björk, que van en nuestra línea.
Hemos visto sus trajes en editoriales y producciones. ¿Cómo es el cuidado de las prendas?
Siempre las prestamos a gente que está en nuestra sintonía. Nosotros les explicamos que no se pueden lavar, ni ir a tintorería. Además les explicamos a las personas las horas de trabajo que lleva cada pieza, porque nos gusta que se valore el trabajo, que se entienda que el producto final no es todo y que detrás hubo un proceso gigante.
¿Cuánto se demoran?
Hay piezas que requieren 180 – 150 horas, pero hablamos solo de horas de trabajo, de materialización. En el último desfile entregamos folletos para que la gente supiera cuánto tardábamos en cada vestido y así entendieran además del proceso, el trabajo.
¿Cómo es el proceso creativo?
Empezamos con la idea, dibujamos, pensamos los materiales y bueno, los trajes no acaban, continúan siempre, algunos se convierten en otro, son procesos que no terminan. Al final uno tiene sus obsesiones y muchos de nuestros trabajos rescatan esas.
¿Tienen materiales favoritos?
La silicona porque la controlamos nosotras y podemos hacer muchas cosas: formas, texturas. Con ella siempre se puede hacer algo, no tiene fin, es como una plasticina de niños.
Últimamente sus piezas han estado en exposiciones. ¿Consideran su trabajo arte?
Si bien creemos que aún la moda no se ve como arte, nosotros al verla en un museo nos damos cuenta que tienen un lugar, que tienen sentido. Nuestros productos tienen un componente artístico muy claro y nuestros referentes tienen una vinculación con el arte que es muy clara. Para nosotras no es solo vestir a alguien, tiene un componente artístico muy importante y estaría bien que se viera así, porque le da otro valor, responde a los cuestionamientos sobre los productos costosos y es reivindicar el lado artístico de la moda.
¿Qué se viene para el 2019?
Una colección cápsula que vamos a lanzar, porque cada año buscamos algo nuevo. Tenemos un máster en marcha con el cual vamos a poder desarrollarnos con mayor profundidad las técnicas y por otro lado queremos desarrollar la vía escenográfica, abrir opciones y posibilidades en esta arquitectura efímera.