A los 14 años tuvo su primer taller, su mamá era profesora de Alta Costura y su padrastro sastre. De profesión sastre, ha tenido una vida que gira en torno a este trabajo y cree firmemente que un cliente feliz siempre le va a traer diez más. Víctor Díaz, más conocido como Víctor McQueen según el nombre que le puso Pampita hace algunos años, es el encargado de hacer que varias famosas se vean lo mejor posibles con sus atuendos en videoclips, comerciales y hasta alfombras rojas. Y en la última Gala del Festival de Viña, confeccionó además el alabado vestido de Kika Silva. Con Víctor hablamos sobre el oficio y mucho más.
-Si te llaman para trabajar en un comercial o la grabación de algún video, ¿cuáles son las labores que realizas comúnmente?
Realizo el ajuste de la ropa para comerciales, a veces hay que confeccionar prendas desde cero para replicar tendencias, porque no han llegado las muestras o la muestra que llegó es mucho más grande de lo que requiere la modelo o rostro a vestir. Atender a la protagonista de turno, para que se sienta cómoda/o y convencida/o de lo que está usando; eso es más o menos lo que toca hacer habitualmente. Hay que tratar de hacer que el rostro se vea y se sienta lo más cómodo posible.
-Muchas famosas indican que eres como un mago cuando se trata de adaptar vestidos o arreglar detalles. ¿Qué sientes acerca de mantenerte aun un poco al margen de la fama, pese a tu inmenso aporte en la moda chilena?
No se si habré hecho algún inmenso aporte, pero que las famosas o personas reconocidas, chilenas y extranjeras te reconozcan, se siente grato. Al mismo tiempo se siente de inmediato respeto, porque se dan cuenta que lo mío es una profesión. Mi equipo, formado por mi señora, también por Sandra y yo, cualquiera de nosotros nos comportaremos de la misma manera; no inventamos los arreglos, sabemos qué es lo que tiene algo técnicamente. No estamos jugando a la adivinanza, sabemos por qué hay una arruga en la espalda o en un sentido de la manga y eso solo se logra y adquiere estudiando y con el tiempo.
Nosotros no aportamos a la moda, sino que hacemos que las prendas se vean bien, mejor pero no estamos pendiente de tendencias. Hacemos lo que sabemos hacer. Somos simples mortales, profesionales y no personas especiales. Nuestro sello es hacerlo de la mejor manera posible, no somos famosos.
-A menudo se critica la falta de buenas terminaciones en el diseño chileno. ¿Por qué crees que ocurren estos errores, siendo esta parte tan importante?
Hay dos razones fundamentales para que pasen este tipo de cosas: una, la más esencial para mí, es que ya no hay escuelas como aquella en la que estudiamos nosotros (la Escuela Nacional de Sastrería); se extinguieron. Cuando vas a la universidad y ves una diseñadora de vestuario, a la que le están enseñando algo y no tienen idea de ello, está siendo estafada. Me ha tocado conocer gente que hace clases en universidades y la tengo para que me enhebre la aguja; no tienen idea. Y en las universidades los tienen como profesores; eso es claramente una estafa. Cuando aparece un alumno que aprendió de una persona que no sabe, mal podría saber hacer una terminación de algo. Hay demasiados caciques y no hay indios; no hay personas que realicen su trabajo.
La otra parte es que funciona mucho el amiguismo; una persona le dice a otra “pero si es fácil, a ti te queda bien”. A nosotros nos perjudica ene que otro le haga las cosas a alguien conocido porque está salvando la situación; bien por esa persona, pero profesionalmente no funciona. Eso es lo que pasa habitualmente: cualquiera se toma la atribución de saber hacer lo que nosotros hacemos y técnicamente no lo saben.
-¿Cómo lograste insertarte en el mundo de las famosas, las grabaciones de comerciales televisivos y más?
Conocí a una clienta que tuvo un problema con una pérdida de equipo para una regata, me preguntó si podía replicarlos, me mostró fotos y le dije que podía hacerlos. Ella quedó muy conforme con el resultado y al otro día llega una persona muy conocida en el ambiente de la moda, quien llegó recomendado por mi clienta. Me mandaron a hacer unas pruebas, muestras y me quedó todo exacto y desde allí, no hemos parado de trabajar. Llevo muchos años haciendo esto y creo que mi equipo es el mejor que existe en este tipo de cosas: tenemos el conocimiento y la experticia, vemos detalles y mil cosas, con el tiempo aprendimos a ver la iluminación y más. Trabajamos para un equipo y todo lo que hacemos queremos hacerlo lo mejor posible.
-Cuéntanos cómo fue vestir a Kika Silva en la Gala del Festival 2018 y cómo fue ese proceso creativo para dar con el traje indicado.
Trabajamos junto a la estilista Claudia Illanes, Jorge Hernández (mánager de Kika), quien también tiene sus referentes y buen gusto y Kika, quien es exquisitamente simpática, afable y carismática. Cuando trabajas bien en equipo es mucho más fácil, nos escuchamos entre si, no estamos peleando ni hablando por la espalda, porque estamos en función de un equipo real; o ganamos todos o perdemos todos. Somos todos uno.
Claudia me pasó el diseño con bases y lo fuimos adaptando al cuerpo de Kika; esta vez me tocó la fortuna de hacerlo de una manera que no tenía corset ni trucos, todo lo que se vio era su cuerpo. Si bien trabajamos varios en el vestido, el styling que me dio Claudia – a quien considero una de las mejores en Chile pese a ser joven-, funcionó perfecto. Para mi gusto se veía muy fino, me gusta mucho trabajar con ella.
-¿Cuál es el trabajo más difícil que has tenido que realizar y por qué?
Sin duda el desafío más difícil que me ha tocado enfrentar fue para una Vedetón, donde tuve que vestir a Pampita. Ella tenía que realizar un aquadance y se le ocurrió vestir con un estilo como el que llevó Kate Moss una vez para Alexander McQueen. Me llamaron del canal (donde trabajé en Fiebre de Baile), luego que otros diseñadores rechazaran hacerlo, me muestran el video y mi política de siempre es decir que si alguien lo hizo, yo lo puedo hacer. Me preguntaron qué necesitaba (80 metros de tela y una turbina de avión para lograr el efecto). Tengo la ventaja de trabajar en publicidad y allí hacemos FX, entonces hay varios trucos que uno va aprendiendo en el camino y he trabajo con los mejores del rubro. Tomando eso como referencia pude hacerlo finalmente. El problema fue que a las dos semanas de tomar el trabajo y planear todo, me doy cuenta que la presentación del diseño era de un holograma. Casi se me cayó el pelo, porque ya había tomado el trabajo y cambiarlo no era opción. Seguí trabajando, contándole a mi jefa Andrea Castro que no sabía si me resultaría. Finalmente grabamos el aquadance, salió maravilloso, muy bonito y el vestido me quedó igual al referente. Cuando Pampita vio la grabación me dijo “la cagaste, eres el McQueen chileno” y mis compañeros del canal me comenzaron a molestar y así perduré como Víctor McQueen. Es un halago, pero estoy lejos de ser un genio con él. Un piropo así nunca está de más, que te regaloneen siempre está bien y me gusta.
-Luego de la Gala y las alfombras rojas en Chile en general, ¿Qué sientes acerca de la moda y diseñadores nacionales?
Cuando respondes algo como esto hay dos tipos de interpretaciones: la que puedes tener tu al responder y la que da el que recibe la información. Sería como palabras de buena crianza decir que está todo bien y de mala onda decir que todo está mal, porque no es así. Hay alfombras rojas bien buenas y otras que dejan bastante que desear. Desde hace un tiempo los rostros o famosas, productoras se han acostumbrado a que los profesionales de la costura regalemos nuestro trabajo y eso no puede ser. Vivimos de esto y es injusto que te digan “préstame un vestido para ir a una gala y te hago publicidad”. Trabajamos y merecemos que nos paguen por nuestro trabajo y a veces se sienten con el derecho de criticarlo, hacerse los ofendidos o estafados siendo injusto para nosotros; merecemos respeto como cualquier otro. Esto hace que los diseñadores se dediquen más a clientes particulares que a vestir a famosas. Conozco muchos que dicen que pagan por su ropa y es mentira, no pagan. Esa es una de las razones por la cual también la factura de la ropa de las alfombras rojas no tiene buenas terminaciones. Lo otro es que te arriendan el vestido, te cobran un porcentaje y después van y se lo arriendan a otra persona. Y quienes arriendan a veces cobran mucho más de lo que cobramos por hacer los vestidos.
-¿Cuáles son tus próximos planes o proyectos?
Seguir trabajando tal cual lo hacemos día a día y esperar que nos vaya muy bien a todos porque así todos tenemos trabajo. No hago planes, soy una persona que vive el día a día, no vivo proyectando porque aprendí que el tiempo a largo plazo no existe y lo aprendí de la manera más cruel.