Cuando en las escuelas de diseño se habla de dar con un nicho distinto, un producto que pueda convertirse en novedad, Caserita parece el ejemplo perfecto de ello. Esta marca chilena fundada en julio de este año, ha sorprendido apropiándose de distintos símbolos populares e instalándonos en vestidos, poleras y camisas, además de otros accesorios, asegurando que en cuanto a estampados hay para rato. Dignos sucesores de una cultura pop mundial muestran detergentes, comida callejera y un sin fin de íconos nacionales como clave del ADN de esta marca, que aquí aparece en palabras de sus dos creadores, Vicky Zamora y Benedicto López.
-¿Cómo decidieron basarse en el imaginario chileno de productos cotidianos para dar con su estética?
-Creemos que la chilenidad está presente en la cotidianidad y en los productos que usas todos los días. La leche que tomas desde niño, los fósforos con los que prendes la cocina, etc. Son productos que nos han acompañado durante toda la vida, nos conectan con recuerdos, signos que son parte de nuestro imaginario.
-Marcas como Moschino llevan mucho rato jugando con este tipo de estética en el mercado internacional. ¿Sienten que en Chile el mercado para llevar este tipo de estilo es suficientemente grande como para triunfar?
-Pensamos que Caserita es un concepto amplio, capaz de abarcar signos y modos representativos de nuestra cultura. Si bien el representar una marca en formatos ligados al arte viene desde Warhol y hoy en día eso es una tendencia mundial, creemos que nuestro imaginario chileno y latinoamericano está igualmente compuesto por innumerables íconos dignos de ser representados y enaltecidos. Nos aburrimos de usar la lata Campbell y por eso propusimos la San José.
-¿Cuáles han sido sus referentes visuales para comenzar su marca?
-Nuestra gran fuente de inspiración son los mercados populares de Santiago y regiones. Los personajes, los productos, los colores, los materiales, la comida, el lenguaje. Es un proyecto que parte de la base de la observación, de pasar muchos días y fines de semanas callejeando, conversando, comiendo y recorriendo; de disfrutar de nuestra linda cultura que sigue viva y presente en estos lugares tan nuestros.
-Queremos saber cuánto tiempo llevan con Caserita y más sobre los roles que cada uno tiene dentro de la marca.
-Caserita nace en Julio de este año. Ambos teníamos por separado ganas de hacer un proyecto que tuviese como tema la identidad país y cuando comenzamos a trabajar juntos fue una explosión de ideas, de ganas de experimentar con materiales, formas y signos, de atrevernos a sacar lo que teníamos en la cabeza, plasmarlo, imprimir y lo más importante, pasarlo bien haciendo lo que más nos gusta.
No tenemos roles muy definidos, pero hasta el momento cada uno aporta con lo que mejor sabe. El Beni, con su experiencia de varias marcas anteriores (Liebre Longboards, Bolsos Labora, Grupo Vibra) y todo su manejo con materiales como la cerámica, el cuero, la madera y el papel; además de todos los talleres de maestros que nos están ayudando a desarrollar los productos y las mejores picás para conseguirlos. Yo (Vicky) aporto con mis dibujos y la experiencia que me ha dado el trabajar en retail desarrollando productos que se venden a gran escala. Somos un equipo con fortalezas muy distintas y nos complementamos súper bien.
-¿Creen que existe una valoración dentro de nuestro país con sus símbolos o íconos propios, tal como en otros lugares?
-Creemos que la valoración y los símbolos chilenos han evolucionado, ya no es tan solo la chupalla o la bandera la que te hace sentir representado. La identidad evoluciona constantemente con las generaciones y ahora son otros los signos con los que se conecta la gente.
-¿Cómo ha sido el recibimiento que han obtenido con sus productos?
-Todo ha sido una sorpresa. La gente llega a nuestro stand, observa y se ríe ya que reconocen las marcas, los productos y se conectan con algún recuerdo. Hemos recibido mucho apoyo y felicitaciones. Estamos muy contentos.
-¿Qué opinan sobre la moda que se desarrolla en Chile?
-Creemos que hay diseñadores muy buenos, cada vez con más personalidad, con ganas de probar y experimentar con materiales locales y signos de nuestra cultura. Esperamos que la gente siga valorando este trabajo ya que la llegada masiva de los retail de ropa a precios bajísimos hace que la competencia sea muy dura.
-¿Qué otro tipo de imaginarios les gustaría explorar a través de su marca?
-Estamos desarrollando más personajes entrañables. Por el momento sólo teníamos a la Chechi (Cecilia Bolocco) que tuvo súper buena llegada, así que ahora desarrollaremos más. También estamos ilustrando otras marcas, algunas ya desaparecidas que reviviremos. Hace poco viajamos al sur en busca de materiales y artesanos, por lo que estamos ahora en ello, experimentando, reinventando, actualizando y aprendiendo a producir cada vez mejor.
-¿Cuáles son sus proyecciones como Caserita?
-Queremos que sea un proyecto en el que podamos seguir experimentando. El imaginario popular es un tema muy amplio, lo que nos da mucha libertad. Viajaremos pronto a México para conocer el mercado allá y ver como este proyecto puede adaptarse a las diferentes culturas y países latinos. La migración ha provocado una mixtura trayendo consigo música, productos y comida. Finalmente te das cuenta que los productos que se consumen acá también se consumen allá y que lo que pensaste que era chileno era peruano y así. Compartimos muchas cosas y creemos que podemos trabajar con ello.
-Por último, dígannos una canción, una película y un ícono que los inspiren.
-Canción: “Como te voy a olvidar” de Los Ángeles Azules, por ser una cumbia que puedes bailar apretaito. Película: “Pantaleón y las Visitadoras”, por su picardía latina, por la maravillosa Angie Cepeda y porque fue el primer film erótico que recordamos. Ícono: Cantinflas, por hacer de un personaje local algo mundial y no perderse en el camino.
Fotos: Instagram Caserita, Yahoo.