Muchos son los que se han aventurado durante los últimos años a dedicarse al Diseño de Vestuario en Chile. Mientras otras épocas no exponían a tantos talentos nuevos, hoy podemos revisar diferentes estilos pero pocos ejemplos de seguridad y claridad a la hora de plantearse un modelo de identidad y negocios. Para Nicolás Heyraud, estudiante de III año en la Escuela de Diseño de Vestuario UDLA, debutar con su marca homónima significa hacerlo con fuertes opiniones y apostar por lo masculino, además de una campaña que muestra exclusivamente en VisteLaCalle. Además, lo hizo todo con un hito bajo el brazo: la revista española Neo2 destacó su trabajo apenas se asomó con su lookbook.
-¿Por qué decidiste estudiar Diseño de Vestuario? ¿Qué opinas acerca de quienes dejan de lado los estudios por lanzarse de inmediato con una marca propia?
Decidí estudiar simplemente por un bichito que me picaba en torno al Diseño en sí. Pasé por Publicidad y Periodismo y ninguna me llenó. Necesitaba algo que pudiese explotar más las emociones y llegué a Diseño de Vestuario sin ninguna expectativa. Poco sabía sobre moda y jamás tuve un acercamiento muy directo con todo el ambiente, pero fue la mejor decisión que pude tomar. Y evidentemente, creo que puedes desarrollar tu marca sin tener estudios, porque al final, puedes aprender gracias a la experiencia, incluso en talleres que son súper enriquecedores. Pero, en mi caso, lo que me brinda estudiar en una universidad es que me ha ayudado a desarrollar de manera más clara lo que quiero comunicar, además de diversos temas técnicos con respecto al vestuario y la gestión. Al menos, yo no podría haber lanzado una marca sin estar estudiando.
-¿Sientes que ya tienes clara tu identidad como Diseñador? ¿Cómo podrías definir tu estilo?
Sí. Mi estilo se define como expresivo, radical y contemporáneo. Estoy obsesionado con el tema de la expresividad a partir del vestuario y la búsqueda de aspectos emocionales para desarrollar indumentaria eficaz y atractiva y seguir mejorando a futuro colección tras colección.
– ¿Qué opinas acerca de la moda en Chile, sus exponentes y el medio?
La siento muy dormida, muy desordenada. Las colecciones en Chile se lanzan de manera autónoma, sin una unanimidad para generar competencia. Faltan más propuestas, más diseñadores con ganas de mostrar creaciones. Pero entiendo que es difícil, para mí lo es todos los días; no es un camino sencillo. Partiendo por el tema de las publicaciones chilenas, que aspiran siempre a las marcas internacionales y no toman el diseño nacional, a pesar de una ilusión de inclusión. Los reportajes, las entrevistas, todo en general en los medios nacionales se basan en desfiles de afuera, en la última campaña de Dolce & Gabbana. Sería genial que existiese una semana de la moda en Chile, con talleres, actividades gratuitas y desfiles, en su mayoría, de diseñadores nacionales. Que se vea el Diseño de Vestuario como un elemento serio masivamente. Me parece positivo que existan medios, por otra parte, que estén tomando en cuenta a los diseñadores de acá, para difundir el trabajo para que distintas personas puedan conocerlo y así construir a futuro.
-¿Qué es lo que diferencia a tu marca del resto de las propuestas que aparecen cada día en nuestro país?
Hago vestuario súper honesto, lleno de mensajes poco textuales. Utilizo una gama de color poco explotada en el ambiente -alejada de lo facilista que me resulta, en varias ocasiones, la utilización del blanco & negro-, y me la juego por un área que creo aún no está del todo incursionado, que es el vestuario masculino.
-¿Qué es lo que quieres alcanzar con tus diseños? ¿A quien te gustaría vestir, por ejemplo?
Lo principal es alcanzar una tecla distintiva, ser Nicolás Heyraud en toda su forma. Quiero llegar a que se observe un diseño, el que fuese y sea recordado. Que tenga esa chispa latente de identidad. También, espero utilizar el vestuario como medio de expresión y no tan solo como instancia del vestir “bonito” y “diferente”. Y me gustaría vestir, mirando a futuro, a Grimes en algún video musical, sería increíble.
-¿Qué opinas acerca del momento en el cual vivimos, que plantea una mayor apertura y que se mueve entre lo unisex más que en colecciones separadas?
Creo que todos deben hacer lo que deseen, sin seguir los códigos del vestir como algo absoluto. La ropa no tiene género, la sociedad nos impone aquello. Es por eso que considero admirable a los que apuestan por colecciones unisex y más aún, si tienen un trasfondo y una conceptualización llamativa.
-¿A qué diseñador chileno admiras y quiénes son tus referentes internacionales?
Me gusta el trabajo de varios como Lupe Gajardo, que me parece tener una propuesta súper interesante. Como referente internacional, me encanta el trabajo de Gianni Versace y lo que está haciendo Mary Katrantzou.
-“Quiebre” es el nombre de tu primera colección y con ella planteas la dificultad social que se vive debido a la tecnología. Como parte de esta generación llena de redes sociales, ¿qué sientes con el bombardeo constante de apps, plataformas, juegos y elementos que nos control a través de los teléfonos y otros aparatos?
Quise hacer esta colección como un recordatorio a la individualidad, a la identidad, sin perder la esencia que nos caracteriza a cada uno como seres humanos. Eso es lo que yo al menos intento no descuidar. Por eso cada prenda plantea una estética propia y única, en un ambiente consumido por el neón como metáfora al mundo conectado con las redes sociales y menos conectado con la propia espiritualidad. Tiene que haber un equilibrio, porque también creo que el futuro en la moda está en este núcleo virtual, en nuevas formas de expresión y difusión. Hay que saber aprovechar el tiempo en que estamos de manera correcta y satisfactoria.
-¿Dónde te gustaría que tu ropa se llegase a vender?
Como ambición, me encantaría vender en Argentina, Brasil y Colombia. También México. Son mercados interesantes, en el cual me siento más identificado. Luego de eso, aspiro llegar a España y estoy enfocado en lograr aquello, pero primero debo y quiero tener un desarrollo en mi propio país, lo que se inicia de lleno vendiendo mi ropa en tienda Santas, en Barrio Italia. Es un principio más que esperanzador y productivo.
-Por último, dinos una canción, un icono y una película que te inspiren.
Canción: Thinkin About You, de Frank Ocean.
Icono: Kanye West.
Película: Todo lo que hace Xavier Dolán.
Fotos: Nicolás Heyraud.
