Fotos: Ronny García, Natalia Belmar, Rodolfo Aguilera y Matías Rojas
En una sociedad en la que abunda el negro, lo clásico y las prendas básicas, la diseñadora @ximenaolavarriadesigner (43) busca hacer la diferencia con diseños cargados de arquitectura, teatralidad y romanticismo. En cada una de sus propuestas la frase ‘menos es más’ se esfuma y da paso a verdaderas piezas de arte, que incluso bajo el lente y edición de fotógrafos como @_ronnygarcía , parecen salidas de un cuento de hadas.
Con 18 años en el rubro de la moda y un público que pese a reconocer su trabajo, muchas veces teme vestir sus propuestas, esta diseñadora y modelista de vestuario ha sabido explotar su trabajo y enfocarlo hacia el área visual, convirtiendo así sus diseños en icónicas prendas de editorial. Además con su maximalismo, ha llenado diversas pasarelas como la de Ren Fashion Santiago -en tres oportunidades-, Fundación Mano Amiga y la pasada edición primavera-verano de Revista Sarah.
Por estos días Ximena se luce con su última colección “Bendita Genoveva” -nombrada así en honor a su abuela, de quien rescata la elegancia y el buen gusto-, pero no sabe con seguridad cuál será el próximo evento en el que podamos verla. Pese a esto hay algo que sí tiene muy claro: “ Quiero seguir mostrando mi oficio, ese que me mueve y motiva”.
¿Cómo definirías tus diseños?
Si bien diría que son “clásicos”, la verdad es que todos tienen una cuota de provocación, que aumenta si hay que presentar dichos modelos en algún escenario o pasarela. Esto principalmente porque me perturba la idea de que mis prendas se aprecien aburridas. De ahí que el realizar intervenciones en la tela, sea una de mis reglas básicas a la hora de diseñar.
Tus diseños se caracterizan por reflejar una inspiración de época pero con una mirada actual.
Para lograr esto, ¿cuáles son los materiales y colores bases a la hora de crear?
Los que más uso o los que más se aprecian en mis colecciones son la gasa, seda, los encajes como el guipur, el tul y charmeuse -un tejido satinado-. Para lograrlo no me limito con los materiales, a veces uso cadenas, perlas metalizadas, pedrería y bordados en mostacillas. Pese a mi apertura debo confesar que nunca he incursionado con el plástico. En cuanto a colores, reconozco que tengo un lado más oscuro donde predomina el negro, plata y dorado. El naranjo y los flúor me molestan mucho, por eso los evito constantemente.
¿Por qué optaste por la confección de piezas más editoriales y cargadas de teatralidad y no por seguir la línea tradicional?
La verdad es que mi oficio partió de manera tradicional, con el diseño y confección para novias y madrinas, es más, hasta el día de hoy sobrevivo con eso -económicamente hablando-. Pero como somos un país que está cambiando y además a mí no me gusta la monotonía, me pregunté ¿Cuál sería el aporte si trabajaba solo para mis novias y madrinas?, frente a dicha interrogante, las piezas editoriales con guiños teatrales, se han transformado en un medio con el que puedo expresarme y comunicar mensajes, por ejemplo la fuerza y el empoderamiento -como lo hice en la colección Ecléctico- o el contacto con la naturaleza -como sucedió con mi última colección Bendita Genoveva-. Hoy las propuestas editoriales son para mí una vía de escape y con ellas busco los espacios para plasmar esas las ideas que están en mi cabeza y que durante las noches y con mucho trabajo comienzan a tomar forma.
¿Es rentable la moda ‘artística’ y orientada a lo editorial?
La verdad, no es en masa. La moda orientada al área artística, no es muy rentable porque la gente tiene temor a sobresalir o sobrevestir. Frente a eso, siempre le estoy diciendo a la gente que la vida es hoy, entonces por qué llevar una rosa si puedes llevar dos, por qué no lucir una cola en el vestido, si prolonga la silueta. Eso de que menos es más, para mí es sinónimo de fome. Y ojo, no significa que todo debe ser recargado, pero sí que puede ser máximo, en equilibrio.
Y frente a la dificultad que tiene tu área de la moda, esa que está asociada al menor público, ¿cómo desarrollas tu trabajo?, ¿trabajas por vestido o por colecciones? Siempre trabajo por vestido y después armo una colección cápsula a partir de 12 diseños. Pero a la hora de trabajar tengo una dualidad de gustos tan grande que eso complica el proceso. Además como no me gusta lo tedioso y monótono, me aburro rápido por lo que me resulta difícil enfocarme en una sola colección. A veces si al hacer un diseño hay algo que está generando estrés, lo dejo, es decir, lo guardo para descansar de esa prenda y empiezo con otra.
¿Quiénes pueden usar o han usado un Ximena Olavarria ?
En el ítem público tengo -por ejemplo- de clientas a cantantes líricos como la soprano Patricia Cifuentes y también a rostros como Linda Méndez. Mis diseños están dirigidos directamente a aquellos que aprecian el trabajo hecho a mano y el buen calce. Por supuesto que también para los que no quieran pasar desapercibidos y deseen ser observados o bien para esos que buscan marcar diferencias.