Para nadie es un misterio que el mercado brasilero de la moda está en pleno auge de expansión. Grandes marcas internacionales están llegando al país carioca y muchas de las etiquetas locales están haciendo rudio más allá de sus fronteras. En ese propicio escenario, surgen muchos personajes relacionados con el fashion system: editores, blogueros, celebrities, etc. Uno de los más queridos por los fashionistas brasileros es Jorge Wakabara, periodista que está a cargo del sitio de Lilian Pacce, una de las máximas autoridades de moda en su país. Sobre cómo es ser el editor en jefe de uno de los sitios de moda más leídos de su país, sobre el mercado brasilero y su desempeño y muchas cosas más habla con nosotros este periodista de moda que, como muchos otros, llegó casi por casualidad a este mundo.
Segun sé, tu interés primario era la cultura y especialmente el cine, ¿cómo llegaste a trabajar en el periodismo de moda?
Vea, no todo sale como uno lo planea…Yo nunca había soñado con trabajar en moda, mi deseo fue siempre ser periodista en el ámbito de la cultura. Hubo un tiempo en el que yo salía con Eduardo Viveiros, que trabajaba en Chic (sitio de Gloria Kalil, otra de las voces respetadas en moda en Brasil), y su jefe directo ahí era Alexandra Farah, la que lo llamó a trabajar en su proyecto personal: “Fashion Film”, que era una iniciativa que mostraba películas que tuvieran que ver con moda. Alexandra me llamó para ayudar en la curatoría y en la producción y acepté precisamente porque me gustaba el cine. El tema de esa primera muestra fue grandes diseñadores y la pantalla grande (Givenchy, Jean Paul Gaultier, Yves Saint Laurent, etc), para lo que tuve que averiguar sobre ello. Después de un tiempo, Alejandra terminó llamándome para trabajar como pasante en Chic y me gustó bastante la idea. Ya había trabajado para ellos como freelance en la temporada de desfiles para el Sao Paulo Fashion Week. Es decir, me gustaba un poco la moda, pero terminé trabajando en ella, porque prácticamente tocó a mi puerta. Sin embargo, hasta el día de hoy tengo ganas de escribir sobre películas, música, etc.
Eres la mano derecha y editor en jefe del sitio de Lilian Pacce. ¿Qué has aprendido de ella y cómo es trabajar con una de las máximas autoridades de moda en Brasil?
Lilian, ante todo, es una gran periodista, tiene formación en esa área y trabajó por mucho tiempo en un periódico. Ella gusta de las noticias calientes , de dar en el clavo. ¡Eso me encanta, es muy emocionante! Este es mi primer trabajo como editor en jefe y precisamente es eso lo que he aprendido de ella: cómo ser un jefe. También he aprendido a cómo hacer relaciones públicas en el mundo de la moda, a tener tacto ante una situación complicada y a guardar la calma en el momento indicado. ¡Aprendo tantas cosas todos los días! He aprendido a cómo organizar equipos, etc.
Dado el boom que experimenta la industria, ¿cómo es trabajar como periodista de moda hoy en Brasil?
Con todas esas marcas de lujo internacionales aterrizando en Brasil, estamos es un momento privilegiado. Se necesita tener calma para reinvertir. Creo que es hora de profesionalizarse aún más. Los equipos, por ejemplo, aún son muy pequeños, por lo que hay que sacar “sangre de la piedra”, con mucho esfuerzo. Con equipos más grandes, haríamos cosas aún más increíbles y hablo no sólo del sitio de Lilian, sino en general. Al mismo tiempo, siento que hay muchos profesionales poco preparados, que no tienen mucho repertorio en otras áreas. La formación de un periodista en areas de interés general tiene que ser buena para que pueda hacer un buen trabajo. Por eso, defiendo la educación en la Facultad de Periodismo, antes que en moda, porque creo que aún otorga una buena visión global, a pesar de tener algunos problemitas.
Cuéntanos cómo es un día normal del editor en jefe de uno de los sitios de moda más visitados del Brasil.
Llego a eso de las 10 y media, chequeo mi e-mail, Twitter, organizo la agenda y veo que tengo para comenzar el día. De ahí, todo es sorpresa . Puedo tener una entrevista con una embajadora japonesa que venga a Brasil (lo que ya sucedió, de hecho), preparar un artículo sobre alguien que murió, etc. En un día común, paso todo el día en redacción, hasta las ocho, escribiendo y editando lo que otros escriben.
Tanto los medios digitales y tradicionales del área de la moda están muy desarrolados en Brasil. ¿Cuáles son a tu juicio las ventajas y desventajas de cada uno?
Yo no hablaría de ventajas y desventajas, sino de diferencias. El Internet tiene más recursos multimedia, más conexión con las redes sociales, más interactividad con el lector, por lo que se puede responder más rápido a sus estímulos. En las revistas, hay más tiempo y dinero para realizar editoriales y proyectos especiales, por ejemplo. Pero lo que encuentro más díficil es el prejuicio que tienen los anunciantes con los sitios web, los que aún prefieren los medios impresos.
¿Dejarías tu trabajo para emigrar a una revista de papel?
Nunca digo nunca. Adoro internet, pero uno nunca sabe, ¿no?
¿Crees que el hecho de que Brasil tenga dos semanas de la moda (Rio y Sao Paulo) puede ser de alguna manera perjudicial para las intenciones de tu país de convertirse en una potencia de la moda y confuso para la prensa internacional especializada?
Lo encuentro super perjudicial. Obviamente nadie puede venir a las 2. Es confuso, además. Soy partidario de tener sólo una semana de la moda fuerte y otros eventos locales más pequeños, enfocados en la prensa y público nacional.
¿Quiénes son tus diseñadores brasileros preferidos?
Mis diseñadores favoritos actualmente son João Pimenta, porque creo que hace moda masculina de muy buena factura, que es algo que falta en Brasil; Oskar Metsavaht de Osklen porque encuentro muy chic elegante y contomporáneo su estilo tropical-despreocupado y, por último, Helen Rodel que actualiza técnicas artesanales en un leguaje contemporáneo de una manera muy propia y particular, pero sin llegar a ser muy conceptual.
¿Cuáles crees que son las principales características de la moda brasilera?
Bueno, tiene varias. Brasil es muy grande y tiene muchas “modas”, pero la moda brasilera de nuestros sueños se funda en la creatividad y en la diversidad y puede tener siempre un pie en el lujo artesanal.
¿Cómo tu ascendencia japonesa influenció tu sentido de la estética y cómo concilias eso con el estilo brasilero que muchas veces está lejos de la estética proveniente de Asia?
No me siento muy japonés, ni tuve una educación japonesa. Tengo más contacto con la cultura japonesa debido a mi interés personal. Creo que mi gusto es más “limpio”, pero no por causa de eso. Ahora, si se trata de fotos para una editorial, por ejemplo, acostumbro más ir por el lado de la extravagancia y lo bizarro que por el minimalismo japonés.
¿Cómo te proyectas a futuro?
Quiero viajar mucho. Profesionalmente, no tengo la menor idea. Nunca planeé eso, ni lo voy a hacer ahora, ¿no? Creo que Dios (o la energía cósmica, o Buda, o cómo se llame) ha sido muy bueno conmigo hasta ahora, soy agradecido y no le pido mucho. Claro que uno siempre quiere ganar un poco más para comprarse algo Prada, para viajar, para comer en ese restaurant increíble, pero no sé si eso implica necesariamente un cargo mayor. Quería hacer un curso de post grado para poder dar clases en la universidad, pero es muy caro y tampoco tengo tiempo para eso.