En nuestro viaje a Colombia, aprovechamos para hablar con la creadora y directora de uno de los blogs de moda más influyentes de dicho país, FashionRadicals.com. Catherine Villota, periodista y consultora de imagen de profesión, estudió en Estados Unidos y una vez de vuelta en Colombia, comenzó a escribir de moda para diferentes medios como Infashion, El País de Cali, El Colombiano y Centro Moda Online. En 2009, Catherine decide abrir su propio blog para contarle al mundo lo pasaba con el diseño en su país y en el resto de América Latina, bajo una mira rigurosa y más profesional. Así fue como se empezó a unir gente al equipo, y con la ayuda de diferentes colaboradores, Fashion Radicals publica diariamente entrevistas, artículos de historia de la moda, de márketing, coolhunting, música, fotografías, estilismo y contenido propio, lo que pasa en las ferias y fashion weeks, además de los nuevos talentos de la región.
Sabemos que además de dedicarle tiempo completo a tu página web, realizas consultorías, impartes clases, entre otras cosas: cuéntanos cómo empezó todo y a qué te otras cosas te dedicas además de Fashion Radicals.
Todo comenzó porque la gente comenzó a preguntarme, una vez posicionado el blog, “¿te gustaría dar una charla?”, “Vamos a tener un café de la moda, ¿por qué no nos hablas del tema?”, y así. Y de alguna manera lo que hace Fashion Radicals, por ser uno de los pioneros de la moda online en Colombia, es como dar esa pauta, que yo hable de lo que estaba haciendo y de lo que sabía. Además de eso tengo una consultoría con ciertas marcas de moda, hago asesorías de imagen personalizadas, y también doy clases de Nueva Comunicación de Moda.
¿Existe el periodismo de moda en Colombia?
Es una cosa que se está construyendo. En ese caso yo soy muy purista, y por eso pienso que el tema online tiene que ser una cosa mucho más rigurosa, más de investigación, más de aproximarse de verdad al otro lado. Y siento que si alguien es considerado experto o periodista de moda, tienen que serlo, tienen que tener ese rigor.
¿Cómo ves el diseño colombiano? ¿La industria?
La veo en evolución constante, no es una industria nueva pero es una industria que está aprendiendo. En temas de consumidor, de tendencias, de abstraer lo que significa el mundo de la moda en un país donde hay guerras, hambre… mientras las necesidades básicas no estén completamente satisfechas, es muy difícil que el mundo de la moda tenga una relevancia, precisamente porque pasa a un segundo plano. Pero siento que eso va cambiando, cada vez las personas se van informando más de moda, y con eso, le van a exigir a las marcas que ofrezcan más y mejores productos. Entonces eso va a cambiar de alguna manera. Y también estamos en un proceso de integración, es decir que se está fortaleciendo tanto la red interna como la internacional, por lo que siento que estamos en un proceso de evolución.
¿Y cómo ves el desarrollo de los jóvenes diseñadores?
Siento que los jóvenes diseñadores, mientras estén en ese proceso de incubación y creación, hay que darle los espacios para que se expresen, tanto en desfiles como en ferias y semanas de la moda. Pero digamos que la falencia, es que el apoyo o el músculo financiero es lo más complicado para ellos, por eso que muchos nacen y mueren rápidamente.
Hay entidades que ayudan a esto, como Cultura E, la Cámara de Comercio de Bogotá, etc. Yo diría que hay apoyo pero no lo suficiente. Y también hay una cierta desinformación ante este tipo de apoyos. Muchos diseñadores de repente no saben, o en su proceso creativo no tienen contemplado el proceso de management o de gerencia, que es tan importante. Entonces está esa pata floja todo el tiempo con los nuevos diseñadores. Pero yo siento que es una cosa que tiene que pasar, inevitablemente, que haya un ensayo y error, ensayo y error todo el tiempo, hasta que se consolide, y me parece que apostarle a los nuevos talentos y comunicar sobre ellos es importante.
¿Cómo ves las Escuelas de Diseño en Colombia? Cuál es el foco y las falencias que tienen y qué podrían mejorar?
Yo pienso que un diseñador tiene que ser integral, por que esa es la única manera de que funcione el mundo de la moda, tanto conceptual como comercialmente, y de alguna manera, tiene que seguir proponiendo siempre. Me parece válido también que haya escuelas con un enfoque más comercial, porque es muy muy importante- al final todo esto es un negocio. La academia tiene que educar diseñadores. Y lo que yo siento es que la academia, en un momento, como la moda está de moda y ahora todos quieren ser diseñadores, fotógrafos o stylist, se vuelve algo superficial. Debe poder profesionalizar a sus estudiantes… entre más diplomados, y entre más profesionalización exista, mucho mejor para el sector. Hay que ser exigentes con el profesorado, con el currículum, con lo que vas a contar.
¿Cómo defines la Industria textil en Colombia?
Es una de las industrias más fuertes, y en realidad ahí es donde está lo más importante en Colombia. Siento que la industria está alejada del diseño. Si yo soy un creador de textiles, de hilados, debo poder integrarme al diseño, esas textileras no apoyan a los nuevos diseñadores, deberían integrarse, como pasa en Brasil, que apoyan y auspician el diseño, y eso aquí no pasa de forma regular. Siendo una industria tan potente, es una verdadera lástima.
Nosotros somos fuertes, por ejemplo, en algodón, en tejidos de punto, en Lycra y denim. El tema Casual Wear en Colombia es muy fuerte, y ahí hay también un potencial muy grande, siento que podría ser una ventaja antes que una desventaja. En algún momento, la moda colombiana se creó como si todo fuera “alta costura”, todos hacían vestidos de gala, largos, y solo eso era considerado como moda. Que ya exista el Casual Wear, el Ready to Wear, es algo muy importante, eso es lo que vale la pena tener. Porque significa acercar el diseño al mundo democrático, a la mayoría de la gente, que la gente no siga percibiendo que tener un diseño de autor es caro, algo inasequible.
Conociendo la moda latinoamericana, Colombia está mucho mejor que otros países. Está aventajadísimo y eso se nota, porque obviamente llevamos muchos años en la moda, no es una cosa nueva. Sin embargo, cuando estás en casa, siempre estás queriendo más.
¿Qué hay de los Bloggers?
Yo siento que los bloggers a nivel nacional como tal, surgen de alguna manera como un nuevo espacio de comunicación. Pienso que en un principio la tendencia era validar al otro, sin que éste sea un famoso, por decirlo así. Los líderes de opinión y los que tenían de alguna manera una importancia en el mundo de la moda, eran celebridades o personas muy relevantes. Pero esta tendencia empezó a validar al otro, a lo que opina mi amigo de al lado, mi vecino, mi opinión personal era valiosa. Y así siento que los bloggers nacen. Y así la mirada de alguien con quien me identifico, un tu a tu, dio paso a este boom.
Sin embargo, siento que la tendencia en este instante de la comunicación de moda comienza a ser muy exigente, en el sentido de que hay tantos, que comienzas a depurar. El mismo lector, la misma marca, la misma industria comienza a depurar y a colar la información. Entonces creo que ahora los blogs se tienen que exigir mucho más para no desaparecer. Y la importancia del contenido es la única cosa que te puede salvar para estar en la masa de la comunicación de moda online. Que el contenido sea relevante, auténtico y con eso se entiende por información real, confiable, que dé credibilidad, fidelidad y posicionamiento. La gente comienza a identificarte por lo que estás contando y por tu mirada. Entonces ahora todos los blogs que salen son “ego-blogs”, donde todos se visten igual, todo es homogéneo. Y ahí es donde los que realmente están metidos en este tema de alguna manera más profunda, comienzan a crear otro tipo de comunicación. Entre más variedad haya, mayor exigencia entre nosotros mismos y los lectores.
¿Cómo crees que impacta al mercado de la industria del diseño colombiano la temporalidad climática?
Todavía creemos que porque no tenemos primavera-verano u otoño-invierno en Colombia no deberíamos hablar de ese tipo de estaciones, y yo pienso que sí. Porque realmente, las tendencias se van a mover por ese lado, y el consumidor al final también quiere estar a la moda, y cada vez es más global, nos enteramos de que en París o en Japón se está usando esto y yo también quiero poder usarlo aquí. Para hablar de un lenguaje universal de tendencias, tiene que ser así. Afecta negativamente en la medida de que seguimos pensando que eso no se va a vender acá, que nadie lo entiende. Todavía hay ciertas marcas que creen que el consumidor no entiende de moda, cosa que claramente irá cambiando. Entonces si no le ofreces, pues obviamente va a buscar en otro lado, y más aún con la llegada de marcas internacionales. Sin embargo hay que adaptarlo, porque no todos los países son iguales, y la cultura y la sociedad determinan lo que nos tenemos que poner, indiscutiblemente. Porque la moda es eso, es la radiografía de lo que es la sociedad. Es importante hablar el idioma universal para que la industria compita a ese mismo nivel.
¿Cómo definirías al consumidor colombiano?
Yo siento que el consumidor de modas colombiano es aún muy tímido y de cierta forma conservador, pero que también está en proceso de cambio, en la medida de que le llegue cada vez más información. Por lo mismo existen marcas que tienen ese mido todavía. Hay muchos miedos frente al consumidor, y por eso no se atreven a innovar. Lo que siempre se ha vendido son jeans apretados sin bolsillos, así que piensan que si diseñan otro tipo de jeans, no se va a vender. Ésa es una estética real, que existe y que mueve mucho dinero, eso está bien, las mujeres lo quieren. Pero ¿qué pasa con el otro mercado?, a él sí le puedes ofrecer. No hay que subestimar al consumidor y pensar que como no sabe, no le voy a ofrecer algo nuevo. Esa estética no hay que eliminarla, es nuestra cultura, pero los colombianos también están listos para nuevas cosas, por lo mismo el éxito que han tenido las marcas internacionales aquí.
¿Para terminar, cuál es tu percepción con esta última edición de ColombiaModa 2012?
Me pareció una semana de la moda de buen nivel, pero no se fue a los extremos. Siguió una línea tranquila, sin emocionarnos mucho o decepcionarnos. Pero lo que rescato de esta edición, es que tuvo muchos nombres nuevos para el país, es decir que no estaban los de siempre como Beatriz Camacho, Olga Piedrahíta o Amelia Toro, que también hicieron falta. Fue bueno oír a nuevos como Carolina Sepúlveda, Polite, María Elena Villamil y a Leal Deccarett, que si bien no son emergentes, no se escuchan tanto como los otros. ColombiaModa apuesta por los nuevos talentos y eso es muy importante y creo que debería seguir esa línea siempre.