Colaboración por Paulina Mardones
A mediados de los ochenta y luego de trabajar juntos en un taller de diseño, Domenico Dolce y Stefano Gabbana decidieron fundar en 1985 la casa de modas que lleva por nombre sus apellidos. Aunque al comienzo, por las bajas ventas de sus piezas, el proyecto parecía ir directo a fracasar, la dupla continúo creando colecciones que emanaban glamour y extravagancia a la vez, hasta conseguir una fiel clientela y convertirse en una de las firmas actuales más reconocidas. En 2012 el dúo de diseñadores se propuso un nuevo desafío: crear una línea de Alta Moda, y el viernes pasado presentaron su colección más reciente, marcando un hito en la historia de la firma, ya que es primera vez que realiza un show fuera de Italia. El evento tuvo lugar en un majestuoso salón del Hotel Península de Hong Kong, que a pesar de la distancia, se transformó en un rincón renacentista con rosas por montones y de fondo, música de Giuseppe Verdi.
Durante un par de horas, Dolce & Gabbana presentó a sus 240 invitados, un espectáculo inspirado en la película “El último emperador”, que tuvo como protagonistas a modelos asiáticos de ambos sexos que desfilaron al mismo tiempo sobre una alfombra roja. Aunque dentro de la colección se incluyeron piezas que sugerían cierta referencia a lo asiático como vestidos de seda y pijamas de satín, lo que presentaron los modistos fue siempre fiel al estilo de la firma. No faltaron los encajes bordados, vestidos de lentejuelas y las flores de brocado, tampoco los coloridos, sombreros exuberantes y las plumas.
Los elegantes diseños de estilo barroco tuvieron una fuerte presencia durante el desfile, al igual que los trajes de dos piezas, que lucieron tanto hombres como mujeres. En la colección masculina también se le dio harta atención a esmóquines de lentejuelas y a chaquetas y zapatillas de terciopelo, ya que gran parte de las ganancias de la casa de modas proviene de la venta de trajes masculinos.
Fotos: Dolce & Gabbana