Antes que Mary Katrantzou tomara por asalto la moda desde Grecia, la diseñadora Sophia Kokosalaki era la que abría las puertas a los jóvenes talentos de ese país con su presencia en Londres en la década del 2000. Fiel heredera del estilo romántico y drapeado de marcas como Madame Grès, Kokosalaki era un nombre fuerte y recurrente entre las celebridades, hasta que decidió cambiar de rumbo en 2014 y dejar de lanzar colecciones en cada temporada. Hoy se supo que falleció a los 47 años y aunque aun no se indican las causas, la prensa señala que estuvo durante un tiempo luchando contra problemas a la salud.
Kokosalaki estudió en Central Saint Martins bajo la tutela de la legendaria Louise Wilson, la misma que vio a otros talentos de la década como Alexander McQueen y Christopher Kane. Allí decidió especializarse en drapeados luego de estudiar Arte e Historia griega, algo que sin lugar a dudas le ayudó a combinar la estética e identidad de su propia marca apenas se graduó en 1997. Pronto famosas como Kate Hudson, Mischa Barton y Emmy Rossum llevaron sus diseños, incluso Björk se enfundó en uno de sus espectaculares trajes en la ceremonia de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
El año 2001 colaboró con Topshop pero lo mejor vendría en 2006, cuando se convirtió en la Directora Creativa de Vionnet. Allí hizo gala de sus drapeados clásicos, los cuales se hicieron famosos no solo en la pasarela, sino también en editoriales como aquella que tiene a Tilda Swinton como su modelo. También diseñaría los uniformes del propio equipo olímpico griego y en 2012, lanzaría una línea de vestidos de novia y joyas, lo último que ocuparía su lugar en la moda de manera internacional. Ganadora de numerosos reconocimientos, Sophia era una favorita de la nueva ola de diseñadores y aunque no estaba hace rato en la palestra pública, todos añoraban que echara mano a alicaídas casas como Lanvin, la cual hubiese sido el lugar perfecto para su regreso.
Fotos: Thefashionspot, Runway.