¿Cuántas veces hemos leído que el diseñador de apellido X ya no puede usar su propio nombre para ofrecer sus diseños? Mientras algunos como Christian Lacroix perdieron su firma a través de problemas económicos y otros como Galliano debido a escándalos, uno de los diseñadores más emblemáticos de la era moderna también tuvo que buscar otro nombre para su firma. Hervé Leger, el mismo que ajustó con sensualidad y maestría el cuerpo femenino, falleció ayer luego de trabajar una década bajo el nombre Hervé L. Leroux.
Si bien la historia no es muy clara, son los diseños de Hervé los que hablan por sí mismos. Amigo de Karl Lagerfeld, Pat Cleveland y muchos otros personajes de la industria, Leroux vistió a las supermodelos en su época de auge, a Cindy Crawford en innumerables eventos, a Imán cuando se casó con David Bowie y a partir del 2000 creció un culto gigante en torno a sus trajes, compuestos de bandas elasticadas que debían ser unidas de manera individual, todo un trabajo que permitía mostrar curvas, sensualidad y más.
El pelirrojo francés siempre se mantuvo alegre y positivo pese a que su nombre fuese adquirido por Max Azria a fines de los ’90. Su sello continuó dejándose ver bajo el nombre Leroux, pero sus campañas de principios de los ’90 son las que mejor representan el glamour, la diversión y la sensualidad que quiso imprimirle a sus trajes. Adiós Hervé.
Fotos: Zimbio.