El Imperio Bizantino y la Moda del último año

El Imperio Bizantino y la Moda del último año

El imperio Bizantino, parte occidental del imperio romano, ha sido una influencia innegable en las colecciones de este último año. La más literal de todas fue la de Karl Lagerfeld, cuando éste, el año 2010, hizo una colección completa llamada “Byzance”, que tomó referentes visuales de la Basílica Santa Sofía de Constantinopla, una de las máximas representaciones del arte de esta cultura. Parece que ahí partió todo.

Bizancio estuvo marcada principalmente por su arquitectura bañada en mosaicos, por sus ostentosas joyas, y también por el uso de tonos metalizados y oro en sus estructuras, las cuales buscaban exponer el lujo de una época dorada. Si bien en un principio el arte bizantino se basaba en el uso de figuras e imágenes católicas para la decoración de sus espacios y salones, luego empleó durante mucho tiempo elementos propios de la decoración musulmana, y dio los primeros pasos a lo que sería más adelante el barroco y el gótico, expresado en complejas decoraciones repetitivas con patrones abstractos. Toda esta riqueza y abundancia de referentes fueron incorporados a la moda masculina, desde el uso del dorado, hasta la incorporación del mosaico, de sus complejas decoraciones y de su joyería, que en realidad se puede ver más en las colecciones de vestuario femenino, como en Dolce & Gabanna (marca que también encuentra inspiración en Sicilia, región importante de la historia bizantina).

La incorporación del mundo Bizantino al mundo de la moda se expresa también con la inclusión de la capa como elemento clave de las colecciones masculinas. Esta prenda era utilizada principalmente por las clases altas y nobles de la sociedad bizantina, y hoy, con la introducción de las técnicas orientales de bordado sobre seda, se agregó diseño a las capas, tal como lo hizo Dolce & Gabanna y prácticamente la mitad de las grandes casas de moda durante la temporada Otoño/Invierno 2013.

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