Colaboración especial de Olga Mallo desde Londres
Un bohemio glamour invadió la pasarela de Topshop Unique en esta tercera jornada de la semana de la moda de la capital inglesa, transportándonos a un Londres con fiestas underground donde se bailaba hasta el amanecer despertando el espíritu del Soho. El nuevo director ejecutivo de la linea, Paul Price, explica que su colección Primavera Verano 2018 tiene como referente tiempos “anteriores a Instagram, cuando la diversión era a puertas cerradas y bajo luces de neón” y cuando la mujer era más libre al elegir su vestuario, sin pensar en cómo se vería para la foto. Imposible no pensar en Kate Moss como musa inspiradora, no solo porque brilló como la estrella indiscutible de la primera fila del show sino porque allí estaban las transparencias negras, los slip dress, los abrigos plateados y las boas que son la marca de fábrica de Moss. No cuesta tampoco imaginarla con el gamulán que abrió el desfile y que se vendió en minutos siendo una de las prendas mas apetecidas, pues hay que recordar que este era uno de los pocos shows con el código de “ver y comprar ahora” y quien sabe, quizás Kate estuvo entre las compradoras, para ella o para LIla Grace, quien la acompañó esa tarde y quien se adentra cada vez más en el mundo fashion.
Como cada temporada, Topshop convocó en su pasarela a algunas de las modelos más top. Abriendo el show estuvo la británica Adwoa Aboah, quien es la mujer del momento por estos lados, nombrada Mujer del Año por la revista GQ y colaboradora de la Vogue Británica. Alli estaban también Hayley Baldwin, Joan Smalls, Arizona Muse y Jordan Dunn.
En las primeras filas pudimos ver a la modelo Sam Rollison, a la DJ Harley Viera- Newton, la diseñadora Lulu Keneddy y el flamante nuevo editor de la Vogue Británica, Edward Enninful, quien llegó con Venetia Scott, mientras el resto del equipo Vogue que solía acompañar a la anterior editora Alexandra Shulman, brilló por su ausencia siendo reemplazado por Kate Moss y Sir Philip Green.
Los brillos, el terciopelo, los vestidos estilo babydoll, el vaudeville y la nostalgia dieron paso en el finale a jeans y poleras que tenían impreso el nombre de cada modelo, nombre que sería personalizado para cada asistente que se tentó con eso de “ver ahora y comprar ahora” y compró una.
Fotos: Runway, Topshop y Olga Mallo.